Al menos 25 personas, entre ellas 10 niños, murieron ayer tras el naufragio de una embarcación con refugiados registrado la noche del miércoles en el mar Egeo, cerca de las costas de la isla griega de Samos. Los 10 supervivientes tuvieron que recibir tratamiento hospitalario tras pasar la noche en el agua. La Guardia Costera griega buscaba ayer a 10 desaparecidos. "Alrededor de las diez de la noche, un vecino de Samos encontró a un superviviente que había llegado a una playa de la isla, y fue él quien dio la alarma", indicaron desde la oficina de prensa de los guardacostas helenos. Sin embargo, no fue hasta las cinco de la mañana de ayer (una hora menos en España) cuando una patrullera de la agencia fronteriza comunitaria, Frontex, que peinaba la zona, localizó más cuerpos flotando. Los fallecidos son 10 niños, 5 mujeres y 10 hombres. "Cuando encontramos a los supervivientes estaban en malas condiciones y muy confusos. Pasaron muchas horas en el agua", detalló la fuente.

Al menos siete personas perecieron ahogadas ayer en otro naufragio frente a las costas de la isla griega de Kos. Tanto Kos como Samos distan apenas una decena de kilómetros de la costa de Turquía, desde donde mafias de traficantes de personas embarcan por precios desorbitados a refugiados que huyen de países afectados por la guerra y el terrorismo, como Siria, Afganistán, Somalia o Yemen. El viaje suele hacerse en una barca hinchable, a menudo de un solo motor fueraborda. Los traficantes recurren a menudos a viejos barcos fuera de circulación con mayor capacidad de transporte. Ayer mismo, una de estas embarcaciones llegó a las costas de Lesbos con más de 200 personas a bordo.

OCHO MUERTOS DIARIOS Según la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), al menos 224 personas murieron ahogadas o permanecen desaparecidas en el mar Mediterráneo en lo que va de año, la mayoría en el Egeo. El promedio de refugiados ahogados por día en enero es de ocho al día. El frío del invierno está recrudeciendo una tragedia que ha regado de cadáveres el Mediterráneo. Los síntomas de hipotermia entre los supervivientes son habituales. Son la causa de muerte de al menos dos refugiados este año.