Todo empezó en un control de tráfico, después de que un policía de Tejas detuviera a una conductora negra por no poner el intermitente al girar a la derecha en un cruce. Pero lo que debería haberse resuelto con una multa insignificante dio paso a una acalorada discusión en el que el agente obliga a Sandra Bland a salir del vehículo a punta de pistola y acaba arrestándola en la cuneta tras forcejear con ella. "Te voy a encender", le dice literalmente al apuntarla con la pistola eléctrica. No acabó ahí la historia porque tres días más tarde esta mujer de 28 años, activista del movimiento Black Lives Matter, murió aparentemente ahorcada en su celda.

El suceso ha vuelto a poner en cuestión la actitud de la policía hacia la comunidad negra en medio de un constante goteo de casos de brutalidad policial que se saldaron con la muerte de afroamericanos desarmados en circunstancias que difícilmente representaban un riesgo para los agentes.

LAS DUDAS Esta vez las suspicacias se han acrecentado después de que el vídeo del arresto hecho público por la policía fuera aparentemente editado, algo que niegan las fuerzas del orden. Tanto la familia como los amigos de la víctima sostienen además que Bland era "una mujer fuerte mentalmente y espiritualmente" y les cuesta creer que se quitara voluntariamente la vida.

Sandra Bland acababa de mudarse a Tejas desde Illinois tras aceptar un empleo en la universidad donde estudió. Al recibir el alto, responde algo irritada pero no deja de ser una interacción normal, hasta que el agente le pide que apague el cigarrillo y ella replica: "Estoy en mi coche, ¿por qué tengo que apagarlo?". En ese momento, el agente blanco, Brian Encina, le pide que baje del vehículo y, cuando ella se resiste, la amenaza con sacarla a rastras e inicia un forcejeo. "No me toque, no estoy bajo arresto", dice Bland. Encina le apunta entonces con la pistola eléctrica y amenaza con freírla.

Una vez fuera, la cámara del salpicadero los pierde de vista, pero registra el audio. La mujer protesta, le insulta y se queja de que la arresten por no poner un intermitente, mientras el agente trata aparentemente de inmovilizarla. Bland se desgañita. Le dice que le va a romper las muñecas. "Acaba de golpearme la cabeza contra el suelo", añade desesperada.

Bland formaba parte de Black Lives Matter, un movimiento popular surgido el verano pasado para denunciar los abusos policiales y la injusticia racial después de que la policía matara en Ferguson (Misuri) al adolescente negro Michael Brown cuando iba desarmado. Un jurado popular exoneró más tarde al agente acusado. Esta vez, a pesar de la resistencia mostrada por Bland durante el incidente, los expertos han cuestionado la legalidad de los métodos del agente.

"La actitud o la conducta de una persona no constituye una causa probable para que sea arrestada", explicó a Associated Press Vernon Herron, analista en temas de seguridad de la Universidad de Maryland. También varios legisladores tejanos han criticado lo sucedido. "Una vez hayan visto lo que ocurrió, probablemente estarán de acuerdo en que la mujer nunca debería haber acabado bajo custodia", declaró el senador Royce West.

En el parte policial, Encina justificó el arresto por "asalto a la autoridad", tras reseñar que Bland le golpeó en la pierna y se resistió con los codos. Pero lo más intrigante sucedió después cuando la veinteañera apareció ahorcada en su celda, según la versión oficial, tres días después del arresto. El fiscal general del condado ha abierto una investigación penal para determinar las causas del deceso.