Los laboristas volverán a perder las próximas elecciones si el partido abandona el centro y gira hacia la izquierda. Así lo ha advertido el exprimer ministro Tony Blair, que ganó tres elecciones consecutivas. Durante una intervención este miércoles en el 'think tank' Progress, Blair describió la campaña electoral de los laboristas de este año tan del viejo estilo que podría haber formado parte de la serie de televisión 'Star Trek'.

Con Ed Miliband como líder, el partido giró hacia la izquierda y obtuvo en mayo el peor resultado en las urnas desde 1987. “Se gana desde el centro, se gana cuando te diriges a una amplia sección del público, se gana cuando se apoyan a las empresas, al igual que a los sindicatos, y no se gana desde una plataforma tradicional izquierdista”.

La intervención de Blair se produce cuando los laboristas están en el proceso de elegir un nuevo líder y las últimas encuestas sorprenden dando como ganador a Jeremy Corbyn, un veterano político del ala más izquierdista del partido. El sondeo de You Gov, publicado por el diario 'The Times', sugiere que Corbyn puede terminar venciendo con seis puntos de ventaja sobre su más inmediato rival y hasta ahora favorito, Andy Burnham.

CONTRARIO A LA GUERRA DE IRAK

“Es un poco prematuro hablar de victoria”, ha dicho Corbyn, que se opuso fieramente a la entrada en la guerra contra Irak y votó el lunes contra el presupuesto de recortes de los conservadores, ignorando a la dirección del partido, que pidió la abstención. “Mucha gente nos está apoyando, particularmente los jóvenes que quieren ver un partido laborista muy diferente del que han visto en el pasado”, señaló el candidato antiausteridad.

Blair ha dejado claro que no desea la victoria de Corbyn. Los que hayan puesto su corazón en él “deben hacerse un trasplante”, ha dicho. “No quiero que gane una plataforma anticuada de izquierdistas, incluso aunque pensara que esa era la vía para una victoria electoral, no lo querría”, ha declarado. “Hay que moverse, pero por Dios, no hacia atrás. Si lo hacemos, el público no nos votará porque nuestros planteamientos estarían muy alejados del mundo en el que hoy vivimos”. Blair también ha atacado al Partido Nacional Escocés (SNP), afirmando que el nacionalismo “es política de cavernícolas”.