Resaca para el Gobierno de Alexis Tsipras en el día después de una votación en la que se cumplieron sus peores previsiones. Un total de 39 de los 162 diputados de la coalición Syriza- Griegos Independientes rechazaron apoyar el paquete de medidas propuesto por el Gobierno. De facto, en la Cámara, el Ejecutivo ya solo cuenta con mayoría simple y muy cercana del límite mínimo "político y ético" de 120 parlamentarios, que subrayó ayer el ministro del Interior, Nikos Voutsis. A partir de ahora, se prevé que la mayoría de los diputados "fieles" al Ejecutivo aprueben el rescate con el apoyo de la oposición, mientras que los rebeldes respalden el resto de los proyectos de ley. Pero el resultado supone una "grave fisura en el grupo parlamentario", reconocían fuentes del Gobierno.

Según anunció Voutsis en la radio, las elecciones serán prácticamente inevitables "en septiembre o en octubre, dependiendo de los acontecimientos".

El principal partido opositor Nueva Democracia ya ha advertido de que, abocados ellos mismos a elegir un líder tras la dimisión de Andonis Samarás, no aprovecharán la debilidad del Ejecutivo para convocar una cuestión de confianza. Según las últimas encuestas, en cualquier caso, hasta un 60% de los griegos mantiene su apoyo a Tsipras. Se retrasa, entretanto, el anuncio de la remodelación del Gabinete, en el que se producían ayer nuevas bajas tras la renuncia el miércoles de la ministra adjunta deFinanzas, Nadia Valavani.

Ayer el viceministro de Defensa, Kostas Isijos, dejaba su cargo en manos de Tsipras tras haber votado no . "La conciencia de cada diputado expresa también la conciencia colectiva de todos aquellos que durante años han luchado contra los rescates", argumentó.

El ministro de Energía, Panayotis Lafazanis, líder de la corriente más izquierdista de Syriza, se niega a presentar su dimisión, reiterando su apoyo al primer ministro Tsipras a pesar de su vehemente oposición al preacuerdo alcanzado en Bruselas.