Los presidentes de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, dieron ayer un poco de oxígeno a Grecia. Los líderes europeos anunciaron al término del Consejo Europeo una ayuda de emergencia para Grecia procedente de fondos europeos no utilizados por valor de 2.000 millones de euros. Juncker y Tusk quisieron desvincular este paquete de ayudas de la minicumbre mantenida hasta la madrugada del jueves entre el primer ministro griego, Alexis Tsipras, las instituciones europeas, Francia y Alemania, y que finalizó con el compromiso griego de presentar una lista completa de reformas en los próximos días.

Los 2.000 millones de euros no tienen ninguna vinculación con las negociaciones entre Grecia y las instituciones sobre la revisión del programa de rescate griego y el desbloqueo de los 7.200 millones de euros que están pendientes.

Proceden de los fondos estructurales europeos y, según detalló Tusk, se destinarán a Grecia para paliar la situación de "crisis humanitaria" y emergencia social que atraviesa el país. Sin embargo, las instituciones recalcaron que estos fondos no pueden usarse para financiar al Tesoro griego, sino a "restablecer la cohesión social en Grecia". Para ello se ha creado un grupo de trabajo técnico en las instituciones europeas y otro en el seno del Gobierno griego para ver la mejor manera de absorber estos fondos disponibles. Tusk fue muy claro a la hora de afirmar que esta línea de financiación debe ir dirigida a sectores con perspectivas de crecimiento y generación de empleo, con una especial atención al desempleo juvenil y a pymes.

SIN AVANCES Respecto a la minicumbre griega del jueves, Tusk la definió como "un intercambio constructivo y franco sobre cómo se tiene que avanzar" y Juncker se mostró esperanzado en que Grecia cumpla sus compromisos alcanzados el pasado 20 de febrero. Las instituciones europeas esperan de Grecia una lista detallada de reformas con la concreción de qué se va a hacer, cómo y cuándo. Tsipras asumió ayer el compromiso de presentarla en los próximos días, pero volvió a hacer hincapié en que no habrá más medidas de austeridad y afirmó que el país no presentará un superávit primario en sus cuentas del 3,5% del PIB como exige Bruselas.

La inyección de 2.000 millones no solucionará los graves problemas de liquidez del país heleno, que se agudizarán a finales de mes. Pero sí brinda un cierto apoyo político a Tsipras para que internamente pueda vender ante su electorado que no ha regresado de Bruselas con las manos vacías. Tsipras destacó como muy positivo el hecho de que el presidente del Consejo Europeo haya reconocido que Grecia vive una situación de "emergencia humanitaria".

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, restó toda importancia al debate político sobre Grecia dentro del Consejo Europeo. "Exactamente hemos dedicado 47 segundos a este tema en el Consejo Europeo", dijo Rajoy en rueda de prensa.

Rajoy evitó explicar si durante la reunión del Consejo se produjo un saludo con Alexis Tsipras. "Mi relaciones son magníficas con todos los jefes de Estado y de Gobierno", respondió.