El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha advertido este miércoles de que cualquier intento de usar la fuerza o intervenir en los acontecimientos que se desarrollan en países de Oriente Próximo y el norte de África sería contraproducente.

Rusia y China se oponen firmemente a la autorización de una operación militar internacional en Siria y por ello han vetado en el Consejo de Seguridad de la ONU proyectos de resolución cuyo objetivo era presionar más al presidente sirio, Bashar al Assad, para que ponga fin al conflicto.

"Los intentos de sustituir los principios universales de la Carta de la ONU por acciones unilaterales o acuerdos parciales o incluso de usar la fuerza eludiendo a la ONU no hacen ningún bien, como todo el mundo sabe", ha declarado Putin ante embajadores extranjeros en el Kremlin.

El presidente ruso ha aclarado que su advertencia tiene que ver con la situación de inestabilidad que se vive en varios países de Oriente Próximo y el norte de África y ha subrayado que la Carta de Naciones Unidas se creó para resolver problemas "mediante la negociación, sin intromisiones externas".

"La incitación a la violencia de distintas formas con el objetivo de cambiar un régimen lo único que consigue es llevar la situación a un callejón sin salida. La violencia genera violencia", ha afirmado.

El emir de Qatar, Hamad bin Jalifa al Thani, declaró en la Asamblea General de la ONU este martes que los países árabes deberían intervenir en Siria porque el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha conseguido poner fin a la violencia.

Este mes de septiembre, Putin condenó la agresión de unos manifestantes libios que provocó la muerte del embajador de Estados Unidos en Libia, pero también dijo que, en su opinión, el apoyo de los países occidentales a los rebeldes de distintos países árabes está creando una situación de caos.

"Recientemente, vimos la prueba de que eso es cierto. Es hora de que aprendamos algunas lecciones con lo que está ocurriendo", ha indicado este miércoles.