En medio de cruces de acusaciones y descalificaciones, los partidos siguen sin llegar a un acuerdo de Gobierno a pesar de que el tiempo se acaba. El anciano presidente de la República, Karolos Papulias (82 años), lidera la última oportunidad para conseguir un Ejecutivo --y evitar así nuevas elecciones-- en forma de contactos a varias bandas con los líderes políticos, que ayer culminaron sin resultado, por lo que deberán proseguir hoy.

Al mediodía de ayer, llegaron a la mansión presidencial los líderes de los tres partidos más votados: Antonis Samarás, de la conservadora Nueva Democracia (ND), que posee 108 de los 300 escaños del Parlamento; Alexis Tsipras, de la izquierdista Syriza (52 escaños), y Evangelos Venizelos, del socialdemócrata Pasok (41 escaños). La reunión, presidida por Papulias, fue larga y tensa, pues Syriza se niega a unirse a los dos partidos que firmaron el memorando de austeridad impulsado por la Unión Europea. Pasok y ND "continúan haciendo lo que han hecho desde hace dos años: aterrorizarnos y chantajearnos", criticó Tsipras tras la reunión. "Nos están pidiendo --añadió-- que ignoremos lo que dijimos antes de las elecciones, que ignoremos el veredicto del pueblo y demos un falso sentido de legitimidad y consenso social donde no lo hay".

"Francamente, no sé adónde quiere ir Syriza con esta postura", criticó Samarás, y Venizelos acusó a Tsipras de "arrogante". Por la tarde, el líder izquierdista mantuvo una reunión abierta con los vecinos de un barrio de la periferia ateniense que tenía mucho de preparación para unas futuras elecciones.

La cuestión es que ya hay un principio de acuerdo de coalición entre conservadores y socialdemócratas con el apoyo de la pequeña formación centroizquierdista Dimar, que sumaría una cómoda mayoría, con un total de 168 diputados.

DOS AÑOS PARA RENEGOCIAR Se trataría de un Ejecutivo con duración de dos años, encargado de renegociar algunas de las condiciones del memorando, pero evitando que Grecia sea expulsada de la eurozona. Sin embargo, estos tres partidos siguen sin atreverse a anunciarlo, porque como explica Nick Malkutzis, del diario Kathimerini , "no quieren a Syriza fuera del Gobierno, oponiéndose a lo que ellos hacen y ganando votos por ello".

Tampoco debió conmover a los líderes políticos que Papulias les mostrase un informe del aún primer ministro en funciones, Lukás Papadimos, en el que revela el crítico estado de las cuentas griegas. Según las declaraciones de un ministro griego publicadas ayer por el británico The Sunday Telegraph , el Estado griego podría quedarse sin dinero en seis semanas. Papulias, sin embargo, no hizo pública la misiva.