El Parlamento de Turquía aprobó hoy permitir a sus Fuerzas Armadas participar en la operación de la OTAN en Libia, informaron las televisiones turcas. El Ejército turco aportará en la operación cuatro fragatas, un buque de apoyo y un submarino. La decisión parlamentaria permitirá al Ejército participar durante el plazo de un año en misiones en el marco de la operación contra las fuerzas de Muamar el Gadafi siempre dentro de lo pactado en las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU. El gobierno del primer ministro islamista moderado Recep Tayyip Erdogan ha sido reticente a la hora de unirse a sus socios en el ataque, pues teme ver que su buena imagen entre los pueblos de Oriente Medio y África del Norte quede manchada por participar en una operación que algunos tachan de "imperialista". Por ello, el Ejecutivo ha dejado claro que, por el momento, sus fuerzas sólo participarán en la supervisión del embargo de armas al gobierno de Gadafi. En caso de que se aclaren todos los detalles sobre la operación, Turquía podría enviar sus cazas F-16 que, en todo caso, nunca participarían en bombardeos. Además, Ankara ha dejado claro que la operación debe ser dirigida por la OTAN y no por un país en concreto. La sesión parlamentaria para aprobar la intervención en Libia transcurrió a puerta cerrada y ante las protestas de cientos de ONGs y asociaciones pacifistas. Finalmente, el permiso fue aprobado con el apoyo de la formación en el gobierno, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado) y de gran parte del mayor grupo parlamentario de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, centroizquierda laico). Se opusieron a la intervención tanto los ultranacionalistas turcos como los nacionalistas kurdos. De hecho, Turquía ya ha enviado a un tercio de su flota hacia Libia, lo que ha generado críticas de varios analistas que consideran que "se ha violado la soberanía nacional" al partir los buques antes de que el Parlamento expresara su parecer.