Al menos dos manifestantes han muerto y un gran número de personas han resultado heridas durante el asalto que este miércoles ha lanzado la policía antidisturbios para acabar con las protestas que desde hace casi un mes se han instalado en la plaza de la Perla de Manama, la capital de Bahréin, según ha relatado un diputado de la oposición. "Hay por lo menos dos muertos y muchos heridos, la situación es catastrófica", ha declarado Khalil Marzouk, diputado del movimiento chiíta al-Wefaq. Marzouk ha acusado a las fuerzas de seguridad de haber disparado "con balas de verdad" a los manifestantes, y ha añadido que querían "matar deliberadamente" a los manifestantes. Centenares de agentes Centenares de policías, con tanques, vehículos de transporte de tropas, autobuses, han desalojado por la fuerza y violentamente este miércoles por la mañana a los manifestantes que acampaban desde hace casi un mes en la plaza de la capital para reclamar reformas en este pequeño reino del Golfo. La policía ha comenzado a tomar posición a primera hora de la mañana en el distrito financiero de Manama, y ha reabierto las salidas bloqueadas por los manifestantes a golpe de gases lacrimógenos, según testigos. Pero además de gases, los antidisturbios también han usado los fusiles. Después se han oído disparos contra un pequeño grupo de manifestantes que ofrecían resistencia. Helicópteros sobrevuelan la zona Varios helicópteros sobrevolaban la zona y han escoltado a la policía en su incursión en la zona, llena de bancos internacionales y multicionales. El asalto contra los manifestantes, en su mayoría chiítas, se produce después de la llegada al reino de fuerzas de los países vecinos del Golfo que están a favor del régimen sunita de Al Khalifa. Varias tiendas de campaña, donde los manifestantes duermen por las noches, se han incendiado y un espeso humo se ha elevado por encima de los edificios. Plaza ocupada desde el 19 de febrero Los manifestantes ocupan la plaza de la Perla desde el 19 de febrero para exigir reformas políticas e, incluso, algunos también piden la salida de la dinastía sunita que gobierna este pequeño país cuya población autóctona es chiíta en su mayoría.