La información en Puerto Príncipe es un salvavidas, y hacerla llegar a los haitianos es fundamental. Porque hay noticias que se pueden usar. Y ahora, más que nunca, es vital.

La tele en Haití siempre ha sido cosa de élites, de quienes pueden pagarla. Le Nouvelist , uno de los dos diarios (junto a Le Matin ) que solía publicarse en la capital, llegaba a 10.000 lectores en una ciudad de dos millones de habitantes donde el analfabetismo es una extendida lacra. Y por eso hoy la radio, como siempre, es el vínculo de unión de incontables haitianos con la realidad.

Seguir transmitiendo y seguir oyendo no ha sido fácil en una ciudad que sigue sin más electricidad que la de generadores; donde el combustible para alimentarlos no es ya difícil de conseguir, pero es caro. Pero algunos lo han conseguido.

IMPROVISADO ESTUDIO Inter- news, organización no gubernamental creada en 1982, está desde hace unos días en Haití. Con más voluntad y experiencia que medios --un micrófono y un ordenador mac funcionan en una habitación como improvisado estudio-- han conseguido sacar adelante un proyecto para grabar en creole emisiones con información de emergencia que luego hacen llegar a las dos docenas de emisoras que han logrado volver a estar en el aire en Puerto Príncipe.

La primera emisión fue de nueve minutos y todo lo que se contaba era lo que los haitianos necesitan oír. "Cómo conseguir ayuda médica, agua, dónde dormir", cuenta Yves Colon, profesor de periodismo en la Universidad de Miami que trabaja con Internews y lleva aquí cuatro días.

Sus palabras cobran sentido en el campo de golf, donde los militares estadounidenses han repartido 800 radios de dinamo o solares (inventadas por Suráfrica para mantener informada a una población también azotada por la pobreza) entre algunos de los 50.000 habitantes de este campamento de desplazados. Aunque los militares dieron prioridad a los hombres, mujeres como Laurat se han hecho también con los aparatos. Y esta mujer de 35 años, se aferra a su radio. "Escucho todo lo que dicen. Es buena información, pero no he podido ir a ninguna parte aún", contaba ayer.

En situaciones de emergencia es la falta de información la que potencialmente genera violencia, cuenta Jacobo Quintanilla, el español coordinador humanitario de emergencia en Haití para Internews, que pelea para que las comunicaciones entren en cualquier estrategia de reacción ante un desastre.