El ex presidente cubano Fidel Castro ha calificado de "acto cínico" que el mandatario estadounidense, Barack Obama, haya aceptado el Premio Nobel de la Paz -que le será entregado hoy en Oslo- cuando, dice, ya tenía decidido aumentar las tropas en Afganistán. En la última entrega de la serie Reflexiones publicada por el diario castrista Granma, Castro asegura que Obama -que viaja ya hacia la capital noruega- "ya tenía decidido llevar la guerra en Afganistán hasta las últimas consecuencias" cuando aceptó el reconocimiento.

Obama "anunció luego que recibiría el Premio el día 11 en la capital de Noruega y viajaría a la Cumbre de Copenhague (sobre el cambio climático) el 18", agrega el ex mandatario de 83 años, que reitera sus críticas a las políticas ambientales, militares y de todo orden llevadas a cabo por Estados Unidos.

Según la agencia Reuters, que cita a fuentes oficiales, el presidente estadounidense tiene previsto situar la guerra de Afganistán dentro de un propósito más amplio para la paz en el discurso que pronunciará hoy cuando le sea entregado el Nobel. "Ahora -prosigue Castro- hay que esperar otro discurso teatral en Oslo, un nuevo compendio de frases que ocultan la existencia real de una superpoencia imperial con cientos de bases militares desplegadas por el mundo, doscientos años de intervenciones militares en nuestro hemisferio, y más de un siglo de acciones genocidas en países como Vietnam, Laos u otros de Asia, Africa, el Medio Oriente, los Balcanes y en cualquier parte del mundo".

Sobre la cumbre de Copenhague

Según Castro, "el problema ahora de Obama y sus aliados más ricos es que el planeta que dominan con puño de hierro se les está deshaciendo entre las manos". "Es probable que, en Copenhague, lo más que se logre sea un mínimo de tiempo para alcanzar un acuerdo vinculante que sirva realmente para buscar soluciones. Si eso se logra, la Cumbre significaría al menos, un modesto avance. ¡Veremos qué ocurre!", añade el líder cubano.

"El presidente de Estados Unidos -añade- no dice una palabra de los cientos de miles de personas, incluidos niños y ancianos inocentes, que han muerto en Iraq y Afganistán y los millones de iraquíes y afganos que sufren las consecuencias de la guerra, sin responsabilidad alguna con los hechos ocurridos en New York".