Eran 13 partidos y a partir de mañana será uno solo. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, inauguró ayer en Roma el primer congreso del nuevo partido Pueblo de la Libertad (PDL), que es el resultado de la fusión de dos grandes formaciones (Forza Italia y Alianza Nacional) y de 11 grupos políticos minoritarios. El PDL será el mayor partido de Italia y de Europa, con un apoyo electoral cercano al 43% de los votos. En él tienen cabida ex fascistas, ex democristianos, ex liberales, ex republicanos y ex socialistas, que forman parte de la coalición con la que Berlusconi ganó las generales del 2008, que le permitieron volver a la presidencia del Gobierno de Italia. La Liga Norte de Umberto Bossi permanecerá aliada al PDL, pero ha decidido que mantendrá su identidad en el norte del país.

En su discurso de 40 páginas, Berlusconi explicó a los 6.000 delegados de toda Italia que el PDL, como su propio nombre indica, será un partido para el "pueblo" y por la "libertad", y dedicó una tercera parte de su discurso a arremeter contra la izquierda. "La libertad es nuestra religión laica", repitió en tres ocasiones.

Berlusconi subrayó que "el Estado debe servir al individuo y no al revés, como afirman ellos". A continuación aclaró que "ellos son los comunistas". Reivindicó para sí la gesta de estar "completando la democracia italiana, en un país que, a diferencia de otros, no tuvo una revolución liberal". Y dijo que la suya es "una revolución liberal, burguesa, popular e interclasista".

El congreso, en la Nueva Feria de Roma, presenta una escenografía alejada de los rituales políticos, con una superpantalla de 580 metros cuadrados y un escenario en el que se exhibe una orquestra en lugar de albergar a los dirigentes. El coste ascenderá a tres millones de euros, pagados en un 75% por Forza Italia. Berlusconi reservó una parte del discurso a explicar cómo en los 15 años que lleva en política ha propiciado la transformación y modernización de los partidos que ahora se fusionan. Y volvió a arremeter contra la izquierda. "Ni siquiera tienen una cara para presentar", dijo.