El presidente de EEUU, George Bush, ha pedido al Congreso 600 millones de dólares más (514 millones de euros, 85.500 millones de pesetas) para continuar buscando las armas de destrucción masiva de Irak, con cuya existencia justificó la guerra y que siguen sin aparecer, cinco meses después de acabado el conflicto. Washington ha gastado ya otros 300 millones de dólares en la búsqueda del arsenal, de la que ayer informó ante el Senado el jefe del grupo de expertos contratados por la CIA que rastrean las armas, David Kay.

La incapacidad estadounidense para dar con armas de Sadam están poniendo en una situación tan difícil a Bush que las declaraciones de Kay ante el Senado se celebraron a puerta cerrada, con el fin de minimizar el impacto público de su fracaso. Sin embargo, los demócratas advirtieron de que pedirán que se hagan públicos los detalles del informe de Kay, que ayer declaró ante el Comité de Inteligencia del Senado y hoy lo hará ante el comité de la Cámara de Representantes.

LA PARTIDA TOTAL

El nuevo presupuesto para la búsqueda de armas solicitado por Bush forma parte de los 87.000 millones de dólares que ha pedido al Congreso para hacer frente a la caótica posguerra iraquí.

Se esperaba que el ex inspector de armas de la ONU diese ayer cuenta a los congresistas de que no ha hallado las célebres armas, aunque su trabajo es sólo "preliminar", como advirtió en el Pentágono el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Las ramificaciones del conflicto de Irak están dañando gravemente la popularidad de Bush. Por ello, la Casa Blanca se esforzó también ayer en controlar el creciente escándalo por la filtración de la identidad de una agente de la CIA, Valerie Plame, cuyo marido, el ex embajador de EEUU en Gabón Joseph Wilson, criticó al presidente por exagerar la amenaza que suponía Irak con la acusación falsa de que Sadam trató de comprar uranio en Níger.

NEGATIVA DEL PRESIDENTE

Bush siguió sin aceptar el nombramiento de un fiscal independiente para el caso, como piden los demócratas, y argumentó que el Departamento de Justicia se basta y sobra para investigar quién realizó la filtración. Sin embargo, la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, advirtió de que su partido no aceptará la posición de Bush.

Mientras, EEUU volvió a vivir el miércoles otra de sus jornadas más negras en Irak, con el resultado de tres soldados muertos en menos de 24 horas y en tres ataques diferentes de la resistencia. Ayer, en Faluya, los soldados de EEUU que patrullaban a pie volvieron a ser atacados. Un iraquí resultó muerto, según testigos.