Diario Córdoba

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MAYO FESTIVO

Vida pirata entre fogones en la Feria de Córdoba

Hamburgueserías y bocaterías vuelven a las fiestas tras dos años de supervivencia sin celebraciones | Estos negocios son herencia y tradición de familias de feriantes

Puesto en la feria de Hamburguesería Roldán. ÓSCAR BARRIONUEVO

En Hamburguesería Uranga presumen de haber puesto la primera hamburguesa de la Feria de Córdoba. De aquello hace 45 años y, a día de hoy, continúan sirviendo, gracias a la tercera generación familiar, este manjar tan consumido en las fiestas. En mitad de la calle del Infierno, varios altavoces anuncian también a la cuarta generación de la bocatería Choni, que se encarga de otro de los referentes de la comida rápida en la Feria de Mayo.

Como estos casos, se multiplican los puestos regentados por familias de feriantes, que heredan esa forma de vida de padres y estos, antes, de abuelos. La tradición, en el caso de Choni, se remonta a unos bisabuelos, procedentes de Aguilar, que empezaron a vender muñecos de barro. En Hamburguesería Anabel y Hamburguesería Roldán, las terceras generaciones de familias de Aguilar y Baena, respectivamente, se hacen cargo un año más de servir comida a los cordobeses.

Solo una pandemia ha impedido que durante dos años estas familias repitan la tradición de trabajar en la Feria, algo que ha supuesto un importante bache en la estabilidad de negocios que dependen de grandes celebraciones. Como cuenta Jonathan, actual encargado de Uranga, reinventarse fue la clave para aguantar la caída. Toñi, encargada de Bocatería Choni, sin embargo, apunta a la previsión. "Mi padre me enseñó desde chica que no puedes gastar más de lo que ganas y yo se lo intento enseñar a mis hijos. Los que hemos tenido el fondito hemos sobrevivido", asegura. Desde Hamburguesería Anabel, Cristóbal explica que algunos de los trabajadores tuvieron que recurrir al campo o al transporte de mercancías.

Trabajadores de Hamburguesas Uranga en El Arenal. ÓSCAR BARRIONUEVO

Una buena parte de quienes se dedican a este sector ha recorrido ya este año una buena cantidad de eventos, desde la Feria de Sevilla hasta la de Jerez. Y no parará en meses. La normalidad ha traído consigo el regreso de las fiestas y la salida a flote de los negocios que se dedicaban a ellas. Pero, a pesar de ello, desde los negocios coinciden en que tienen que hacer frente a un incremento de los gastos, tanto de suministros y mercancías como de personal. "Todo se ha notado y lo hemos tenido que repercutir, como hemos podido, en los precios. Tenemos muchos gastos porque estamos seis meses fuera de casa", cuenta Jonathan. Medidas como la rebaja por parte del Ayuntamiento de Córdoba de un 20% de las tasas ayudan, como precisa Toñi.

Desde los puestos de comida rápida se reconocen satisfechos con una Feria que está superando las expectativas. Para este 2022, Jonathan esperaba que la pandemia lastrase de alguna forma la afluencia de gente. Por el contrario, asegura que la gente tiene muchas ganas de feria. "La verdad es que la acogida que estamos teniendo se agradece", expresa el encargado de Uranga. Toñi, por su parte, opina que el año está siendo "estupendo" y que "va a ser excepcional". "La gente tiene muchas ganas de Feria y de venir a la Choni", dice entre risas.

La Feria de Córdoba resulta una de las paradas clave de quienes hacen el agosto con este tipo de eventos. Cuando mayo se acerca a su fin, comienzan a guardar sus bártulos y a calentar los motores para salir, de nuevo, de Córdoba en busca de más gente con ganas de comerse una buena hamburguesa o un buen bocadillo tras salir de una caseta. Así, en muchos casos, recorren toda Andalucía e, incluso, parte de otras comunidades autónomas, en una carrera que dura medio año y que es el sustento de una "vida pirata", como la define Jonathan, y que, a fin de cuentas, es otra forma de vivir.

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