Solidaridad costalera

En el mundo del costal, entre marchas, bandas, capataces y chicotás, también está la solidaridad, como la de la cuadrilla de costaleros de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, que no dudó un momento en poner las mismas fuerzas de cada Domingo de Ramos bajo las trabajaderas del Señor de Córdoba para ayudar al pequeño Hugo, un niño de corta edad que tras caer a una piscina en la localidad de Guadalcázar se encuentra con grandes daños cerebrales que le afectan a la vista y a la coordinación de los movimientos. Una situación que hace que sus padres, Víctor y Araceli, busquen por todas partes los recursos necesarios para que el pequeño pueda llevar a cabo costosos tratamientos de rehabilitación que la Seguridad Social no cubre.

Por ello, la cuadrilla del Rescatado ha querido poner su granito de arena llevando a cabo una sencilla actividad para recaudar fondos con los que ayudar a esta familia en este trance tan amargo.

Así, pasado el tiempo, ante la poderosa mirada de Jesús Rescatado, la cuadrilla se juntó en la iglesia de los Trinitarios para dar lo recaudado a la familia. El capataz, Javier Santiago, dedicó unas emotivas palabras para la familia, así como para la cuadrilla de costaleros, agradeciendo este gesto de solidaridad, palabras que recogieron los padres de Hugo, eternamente agradecidos por este «hermoso gesto» para ayudar a su pequeño.

Sin duda, otra chicotá más de esta cuadrilla cordobesa, una chicotá, en esta ocasión, cargada de solidaridad costalera.