Contemplar el trono de María Santísima de la Soledad en esta fotografía, fechada en la década de 1930, nos revela la sencillez y austeridad con que se exornaban los pasos de Semana Santa en los pueblos cordobeses en aquellos años, reflejo claro de la pobreza generalizada en que se hallaba la sociedad española de principios del siglo XX. Como valor histórico, la instantánea nos permite contemplar la imagen mariana con los rasgos que presentaba con anterioridad a las restauraciones que sufriera en el trascurso del pasado siglo, que transformaron su rostro.