Ayer, día del cierre de fichajes en el mercado invernal, de los despachos de cada club salía humo, con llegadas y salidas, ofertas y ofrecimientos. Fueron horas de estrés para los futbolistas, que en pocos minutos tenían que decidir su futuro. Como el caso del blanquiverde Patiño, que estuvo deshojando la margarita hasta altas horas de la noche. Al final, decidió marcharse al Xerez. Mudanzas en pleno mes de enero.