Puede haber un gran compañerismo entre los sindicatos, pero lo de ir juntos no significa que vayan revueltos. Sucedió ayer en la manifestación. El buen entendimiento entre UGT y CCOO no evita que todo esté organizado, como sucede con la pancarta de cabeza. Para evitar problemas, y al comenzar a andar, se midió dónde estaba la mitad para que nadie sobrepasara su parte de pancarta.