Ayer, en la iglesia parroquial de San Nicolás de la Villa, se celebró la misa de corpore insepulto del coronel --cuerpo de veterinaria del Ejército-- y profesor Emérito de la Facultad de Veterinaria de Córdoba Tomás Moyano Navarro. Nacido en nuestra ciudad el 3 de marzo de 1926, estudia bachiller en el colegio Cervantes y más tarde hace la carrera de Veterinaria, al lado de catedráticos y profesores del prestigio de Rafael Castejón y Saldaña, entre otros. Tras sus oposiciones para el cuerpo militar de veterinaria, se marchó a la guarnición de Melilla. Allí pasó un par de años en la Casa Real marroquí y en el año 1955 volvió a España para casarse con Carmen Salvago Barros, también de Córdoba como él. Tuvieron tres hijas: Aurora, que es farmacéutica, Carmen, licenciada en Medicina, y Rosario, quien sigue los pasos de su progenitor y es profesora de toxicología. Pasado un tiempo pide la excedencia del Ejército e inicia en la Facultad de Veterinaria cordobesa el servicio de microscopia electrónica. Era una persona de carácter afable, extrovertido y servicial. La lectura y su vocación por el mundo del caballo le apasionaban. Sobre este tema tan familiar escribió numerosos artículos de investigación. Fue amigo de sus amigos y, sobre todo, ha sido un hombre muy querido por su familia. Quienes lo conocían admiraban su rasgos de humanidad y recordarán a Tomás como un hombre que siempre daba la frase exacta. Descanse en paz. JOSE CRUZ GUTIERREZ

OTROSFALLECIDOSManuel López Fernández. 95 años. Córdoba.Antonio García Jiménez. Córdoba.María Dolores Moreno Romero. 50 años. Pozoblanco.