Tras sus duras declaraciones

El PSOE evita sancionar a Page pero subraya que su paciencia ha terminado: "No es el camino"

Fuentes de la dirección rechazan abrir expediente al barón castellanomanchego tras situar al partido en el "extrarradio de la Constitución"

Page trata de rebajar el tono tras el aluvión de reproches, pero advierte que la posición con los independentistas que hoy es "minoritaria, a lo mejor el día de mañana no"

El presidente de C-LM, Emiliano García-Page, en Fitur.

El presidente de C-LM, Emiliano García-Page, en Fitur. / EP

Iván Gil /Juan Ruiz Sierra

La paciencia en la dirección del PSOE con la posición crítica del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha agotado. Las declaraciones este miércoles del barón socialista, colocando a su partido en el “extrarradio de la Constitución”, han visibilizado una situación difícil de reconducir. El intento de Page unas horas después de matizar sus palabras, asegurando que era Puigdemont quien quería arrastrar a su partido a los márgenes de la Carta Magna, no ha servido de nada. El secretario de Organización, Santos Cerdán, quien lanzó el miércoles la primera advertencia de Ferraz a modo de “toque” de atención, ni ha tratado de hablar con el barón castellanomanchego ni tampoco tiene intención de hacerlo, según aseguraba esta mañana el número tres de los socialistas.

En cualquier caso, la apertura de un expediente por atacar el proyecto político del partido no se encuentra encima de la mesa, explican fuentes de la dirección. Algo así, continúan, llevaría a un “callejón sin salida” con uno de los únicamente tres presidentes autonómicos que tiene ahora mismo el PSOE, que el pasado 28 de mayo se despidió de gran parte de su poder territorial. 

Pero en la cúpula socialista quieren dejar claro que esta vez García-Page ha cruzado una línea que no debe volver a traspasar. En los últimos años han sido habituales sus críticas a Pedro Sánchez, por su manera de liderar el PSOE y sobre todo por su alianza con el independentismo para lograr el “reencuentro” en Catalunya y su apoyo a la investidura. El mandatario castellanomanchego ya había criticado la derogación de la sedición, la rebaja de la malversación y la propia amnistía del ‘procés’. Pero el miércoles, al situarse en la misma tesis que el PP, colocando al PSOE en una posición cercana al desacato constitucional, fue más lejos que nunca. 

El mensaje de Montero

Así que este jueves el PSOE, que en su amplísima mayoría ha cerrado filas con el presidente del Gobierno, insistió en cargar contra Page. Tras la advertencia de Cerdán el día anterior, el mensaje llegó esta vez de aún más arriba. Lejos de rehuir el conflicto se sumaba a las advertencias en público. “Una estrategia en la que la notoriedad se hace a partir de la discrepancia no es el camino”, señaló la también ministra de Hacienda, que pidió al presidente castellanomanchego que reflexionara.

García-Page: “Mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas”

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

El entorno de García-Page, mientras tanto, explicó que no había habido ninguna conversación entre él y la dirección socialista. Entre los motivos del mandatario para atacar los pactos de su partido con ERC y Junts hay una parte de pura convicción ideológica, con sus colaboradores subrayando que su posición sobre la inconstitucionalidad de la amnistía es la misma que la Sánchez hasta los comicios del pasado 23 de julio, cuando el resultado convirtió a los posconvergentes en indispensables. Pero también hay una lógica electoral. Castilla-La Mancha es una comunidad conservadora, donde la derecha suele ganar las generales, y las críticas de García-Page a la hoja de ruta territorial de Sánchez ayudan también a explicar que en mayo fuese uno de los escasos barones que se mantuvo en pie. 

Sin eco en el partido

Su carga contra los recientes cambios pactados con republicanos y posconvergentes en la ley de amnistía, que ahora sí incluirá a los acusados o condenados por terrorismo siempre que hayan atentando contra el derecho a la vida o cometido torturas, no encontró esta vez eco en otros líderes autonómicos del partido. El más claro fue el expresident valenciano, Ximo Puig, que buscó sin medias tintas el contraste con Page. “Yo siempre he pensado que el interés general está por encima del interés personal. En mi vida política, jamás he intentado hacer daño a mi partido para beneficiarme. Lo fundamental es que cada uno adopte el papel institucional que le corresponde y que sea leal con su partido. Es importante saber que lo que se está valorando es la necesidad de reencontrarnos, trabajar juntos, mirar hacia adelante y no hacer frentismo”, señaló en los pasillos del Senado. 

Menos agresivo se mostró el candidato socialista a la Xunta de Galicia, José Ramón Gómez Besteiro. “No comparto las manifestaciones de Emiliano [García-Page], y creo que no las comparte la inmensa mayoría del partido. El silencio también tiene un valor importante”, dijo. 

El reproche más rotundo en las filas socialistas fue el lanzado por el ministro de Transportes, Óscar Puente. El también miembro de la ejecutiva desde la remodelación ratificada el pasado domingo, respondió que “quien está en el extrarradio del PSOE es Page, desde hace bastante tiempo". Es decir, que la suya es una posición absolutamente residual dentro del partido, a pesar de que el viraje sobre la amnistía llevada a cabo por Sánchez ha sido brusco y poco pedagógico hasta que el pacto con Junts y ERC estuvo maduro.

Page trató de rebajar el tono este mediodía, tras el aluvión de reproches, y no “insistir más” en sus posiciones porque ayer ya habló “suficiente”. “Mi adversario no es ningún socialista, son los independentistas", aclaró en declaraciones a los medios, recogidas por Europa Press, a la salida del pleno parlamentario de este jueves en Toledo. Incluso evitó valorar el reproche de Montero para limitarse a asegurar que la vicepresidenta es "buena amiga" y que está haciendo "muy buena política". Unas coincidencias en políticas sociales que, sin embargo, no le impiden "discrepar claramente con el tema territorial y con los independentistas", según defendió. Una posición minoritaria dentro del partido, reconoció Page, pero advirtiendo que "lo que hoy es minoritario a lo mejor el día de mañana no lo es".

Un conflicto que viene de lejos

El choque entre la dirección del PSOE y Page, que gobierna su comunidad con mayoría absoluta, viene de lejos. Pero ahora parece acercarse a un punto de no retorno. En la cúpula del partido explicaban durante la convención política celebrada en A Coruña, a la que el presidente castellanomanchego no acudió por haber agendado un viaje institucional a China, que nadie sobraba en el partido, pero que tampoco se echaba en falta a nadie. En esta línea, se ponía en valor la amplia presencia en el cónclave de delegados provenientes de la federación socialista de Castilla-La Mancha.

Su ausencia fue un preludio de la crisis visibilizaba en público estos días. También de la actitud de la dirección, que opta por los “toques” de atención en público, pero descarta hablar con el barón crítico y también tomar cualquier decisión drástica en forma de apertura de expediente, según fuentes de la dirección. Eso sí, se trata de argumentar que el barón socialista está alineándose con el discurso de la derecha en sus argumentos contra la amnistía y los pactos con los independentistas.

Page hizo sus durísimas declaraciones sobre el PSOE y su alejamiento del territorio constitucional en la feria Fitur, celebrada en Madrid. Allí el dirigente del PSOE celebró un encuentro con tres presidentes autonómicos del PP (el andaluz Juan Manuel Moreno, el valenciano Diego Mazón y el murciano Fernando López Miras) para abordar un frente común ante el nuevo modelo de financiación autonómica que busca aprobar el Gobierno central. Pero Page también hizo algo más. En una conversación informal con sus homólogos conservadores, pero siendo todos perfectamente conscientes de que estaban siendo grabados, el castellanomanchego buscó la complicidad, casi como si fuera uno más. “A mí ya están a punto de extraditarme”, dijo el socialista sobre la dirección de su partido. “Eso me dijeron el otro día en una reunión. Serán hijos de p…”, añadió. “Si se meten contigo hacemos desde fuera [buen] rollo”, le contestó Moreno.