LA POSTURA DEL EJECUTIVO

Moncloa cree que su "determinación" al echar al diputado le libra del desgaste por el 'caso Mediador'

El Gobierno no se siente concernido en este tema y, por el momento, no confirma las comparecencias de ministros que pide el PP ni si ha revisado los contratos de Defensa e Interior a la trama

Rueda de prensa de este martes tras el Consejo de Ministros: Isabel Rodríguez, Teresa Ribera e Irene Montero.

Rueda de prensa de este martes tras el Consejo de Ministros: Isabel Rodríguez, Teresa Ribera e Irene Montero. / FERNANDO ALVARADO / EFE

Marisol Hernández

El Gobierno se eleva y no se siente afectado por el 'caso Mediador', pese a que ha colonizado la política nacional. Desde Moncloa se sacuden el asunto de encima sin admitir, ni en público ni en privado, que pueda producir alguna erosión a tres meses de las elecciones autonómicas y municipales. Como si ya estuvieran vacunados contra el constante 'ruido' y crean que también esto pasará. Han actuado, subrayan, con "determinación" con la expulsión del diputado socialista implicado, Juan Bernardo Fuentes Curbelo, y consideran que los ciudadanos lo valorarán.

La propia portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, trató, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, de reducir es escándalo a este 'garbanzo negro', sin no siquiera profundizar, como sí hizo el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, en si hay o no más personas implicadas.

Rodríguez se limitó a trasladar el mensaje institucional de "absoluta rotundidad" en "el rechazo y la condena" a "comportamientos denigrantes, incompatibles con la función pública", dijo Rodríguez, en referencia a la imputación judicial de cohecho, blanqueo, tráfico de influencia, falsedad documental y pertenencia a una organización criminal contra Fuentes Curbelo y a las imágenes de fiestas con prostitutas y en las que se consumía droga. Pero más allá de esta declaración, la también ministra de Política Territorial, evitó hacer más manifestaciones y se mostró incluso a la defensiva ante el aluvión de preguntas sobre el tema.

El Ejecutivo está volcado en destacar su rapidez al obligar al parlamentario canario a dimitir, en cuanto su nombre trascendió por primera vez. "Cuando no hay nada que ocultar no hay tiempo que perder", defendió la portavoz que subrayó que la política del Gobierno es de "tolerancia cero con la corrupción". Una actitud que además contrastó con la del PP cercado por varios asuntos, como la petición de 15 años de prisión para el ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, por el caso Kitchen, las dudas sobre el origen del patrimonio de la alcaldesa de Marbella o el hecho de que Alberto Núñez Feijóo compartiera mesa este fin de semana con el presidente del Consell de Ibiza, imputado por supuestas corruptelas. Todos ellos ejemplos que el Ejecutivo utiliza para defender su actuación frente al PP. "No me deja de sorprender que se encuentre tan animoso el PP", señaló la ministra con ironía sobre la petición de explicaciones de los populares en el 'caso Mediador'.

No inquietan los contratos del Gobierno

El grupo popular ha pedido ya las comparecencias de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; de la ministra de Defensa, Margarita Robles; y del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por los contratos adjudicados a unas de las derivadas de la trama, la que afecta al general de la Guardia Civil, Francisco Espinosa Navas, y a una empresa de drones. Por el momento desde el Gobierno no se ha aclarado si se aceptarán estas peticiones.

Pero en Moncloa no muestran ningún nerviosismo por estas adjudicaciones y ni siquiera confirman que se estén revisando los expedientes. "No hay preocupación cuando uno no tiene nada que ocultar", señalan.

Fuentes del Gobierno repiten que hay un diputado implicado y que ya ha sido expulsado del grupo parlamentario. La actuación, afirman, ha sido ""impecable". No se ponen en la tesitura de que haya más parlamentarios afectados por su relación con la trama o que hayan participado en fiestas, algo que tildan de solo "especulaciones". "No nos consta" pero si aparecieran, apuntan, "obraremos de la misma forma". En Moncloa consideran que esto les libra de cualquier desgaste porque "hay una diferencia a cómo actúan unos y cómo lo hacen otros", en referencia al PP.