CASO TAULA

Nueva versión del yonqui del dinero: acusa a su exsuegro de "sustraerme las grabaciones y entregarlas a la Fiscalía y a periodistas"

Marcos Benavent defiende la legalida de las contrataciones en Imelsa | "Si hubiera sabido que no trabajaban habría dimitido"

El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus (1i), y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent (3d), en el juicio por los 'zombies'

El expresidente de la Diputación y del PP de la provincia de Valencia Alfonso Rus (1i), y el exgerente de la empresa pública Imelsa, Marcos Benavent (3d), en el juicio por los 'zombies' / Rober Solsona - Europa Press

Laura Ballester

Marcos Benavent, el exgerente de Imelsa y yonqui del dinero confeso aunque ahora está arrepentido de arrepentirse y de colaborar con la justicia, ha iniciado su declaración "pidiendo perdón por todo el daño causado" a los investigados en el caso Taula. Benavent ha querido contestar a las preguntas de todos los abogados de las defensas. No así a la Fiscalía Anticorrupción, a la que no ha querido responder. De hecho, Benavent ha asegurado haber recibido indicaciones para señalar a Rus como autor de los delitos por los que se les juzga. "Sí, recibí indicaciones por parte de mi ex defensa que estaba en contacto permanente con la Fiscalía Anticorrupción".

Al abogado de Rus, Emilio Pérez Mora, Benavent ha contestado que el expresidente de la Diputación de València no le ordenó contratar a nadie. El exgerente de Imelsa ha admitido que firmó el contrato del futbolista del Olímpic contratado en Imelsa, que ayer confesó haberse beneficiado de un contrato zombi por el que cobraba sin ir a trabajar. "Me hicieron llegar su currículum o el presidente comarcal del PP o el de Ontinyent, era experto en materia deportiva. En imelsa había la línea de Terra y Mar y encajaba su perfil".

La misma línea ha seguido al contestar al abogado de Emilio Llopis. Benavent ha negado que el exjefe de gabinete de Alfonso Rus le pidiera que contratara a dos asesores más. Tampoco le informó que se los asignara. Y ha negado que entregara a su exsuegro alguna grabación, en referencia a los lápices de memoria que iniciaron el caso Taula.

En respuesta a su segundo abogado, Juan Carlos Navarro, el yonqui del dinero ha dado una nueva versión sobre la procedencia de los audios que Benavent pretende invalidar desde octubre de 2021 tras avalarlos cuando colaboraba con los investigadores del caso Taula. Ha explicado que el ordenador en el que guardaba las grabaciones de presuntas prácticas corruptas "era de mi mujer y lo utilizábamos para descargar películas. De los lápices de memoria [que se entregaron a la Fiscalía Anticorrupción] no sé nada de ello"

Sobre las grabaciones que realizó, entre las que se encuentra la famosa "mil, dos mil, tres mil..." el yonqui del dinero ha admitido: "Sí, grababa, y las guardaba en mi ordenador. Las cortaba y pegaba. Y las guardaba en el ordenador, que estaba en la que fue la casa de mi suegro. Y que después se la dieron a su hija, cuando estaba casado con ella por lo que era mi casa. Cuando me separé, me sustrajo la grabación, porque me impidió acceder a la casa. Y las distribuyó a periodistas, a la Fiscalía. Suministró información privada e invadió mi entorno digital. La casa nos la donaron en 2009 y yo la consideraba mi casa". 

Una situación personal que se interrumpió abruptamente. "Me divorcio en diciembre de 2009, si no recuerdo mal. Los dispositivos se quedaron allí y no pude recuperar de mi casa ese tipo de material. La relación era mala. A mi no me dejaron recuperar ese material. No autoricé a usar ni el material ni el dispositivo de grabación. No autoricé ni por escrito, ni por ningún medio el uso de mis medios personales. No autoricé ni consentí la entrada y registro en el despacho de mi abogado. Yo tenía documentos para preparar mi defensa y me dejaron en total indefensión", ha defendido.