No habrá gestora, ni una transición traumática ni a cara de perro en el PSOE de Andalucía. El reemplazo al frente de la federación más importante del partido ya está encarrilado y se hará por consenso entre sus dos principales protagonistas, Susana Díaz y Juan Espadas, tras días de "intoxicaciones" y "filtraciones interesadas". Finalmente, ella dejará de ser la secretaria general del PSOE-A, si no hay sorpresas, a finales de julio, y le relevará en el cargo el candidato a la Junta y alcalde de Sevilla, aunque los nuevos órganos de dirección serán elegidos tras el congreso regional, previsto para finales de año. Será entonces cuando se complete el traspaso de poder. Díaz, por el momento, se quedará como diputada en el Parlamento andaluz.

Los dos dirigentes explicaron este lunes, mostrando total sintonía, cómo se producirá una transición "bien organizada". Comparecieron juntos desde la sede autonómica, en la sevillana calle de San Vicente, para proyectar la imagen de unidad del partido después de unas reñidas primarias que él ganó por un 55% y tras dos semanas de cierta zozobra interna. Después de una primera reunión de ambos, no se despejó la duda de si ella renunciaría a la secretaría general. El equipo de Espadas, que por acuerdo debía contar el proceso de transición interna, no explicó qué ocurría y si realmente ella se encastillaba. Pasaron los días y a ese relato contribuyó un movimiento de Ferraz lanzado la semana pasada: adelantó dos semanas la convocatoria del comité federal -del 17 al 3 de julio- para tener margen para convocar las primarias a la secretaría general del PSOE-A en caso de que Díaz se atrincherase. Al final, habrá primarias, sí, pero consensuadas por los dos dirigentes, sin ser impuestas desde Madrid aunque en los tiempos que quería Madrid. La baronesa dejará pues su cargo después de casi ocho años, porque accedió a él en noviembre de 2013.

La previsión es que Espadas no tenga oponentes y no haya que ir a unas primarias con urnas que se pondrían el 5 de septiembre

Según detalló Espadas durante la rueda de prensa, ambos acordaron que el comité director, el máximo órgano de director del PSOE-A, se reúna el próximo 12 de julio. Entonces arrancará de manera formal el proceso de relevo. El comité director activará de modo inmediato la elección del secretario general por primarias: el día 13 se podrán presentar las precandidaturas, y del 14 al 23 de julio los aspirantes deberán recabar los avales necesarios: un 2% del censo como mínimo (o sea, unas 900 firmas, ya que según el último listado oficial hay 45.374 militantes andaluces) y un máximo del 4% (1.800 apoyos).

No al cónclave extraordinario

Si hubiera solo un candidato, como se espera -Espadas reiteró este lunes que él se presentará, no así Díaz-, sería proclamado el mismo 23 de julio, sin necesidad de votación de las bases. Si, por el contrario, hubiera varios adversarios, habría un plazo de estudio de los recursos, de interponerse, que se extendería desde el 23 al 27 de julio, y ahí empezaría la campaña entre los adversarios, durante todo agosto. Las urnas, en ese hipotético caso, se abrirían en primera vuelta el 5 de septiembre. La propuesta de calendario debe ser validada formalmente por la ejecutiva federal de Pedro Sánchez.

Espadas continuará como alcalde de Sevilla hasta que entienda que no es compatible con el liderazgo del PSOE-A

La previsión, en consecuencia, es que Espadas quede proclamado como nuevo líder del PSOE-A el 23 de julio, salvo improbable caso de que rivales internos lograran esas 900 firmas. Los órganos de dirección emanados del último cónclave regional, de julio de 2017, seguirían funcionando 'de iure' hasta el congreso regional de finales de año, que se celebrará después del federal (15, 16 y 17 de octubre, en València), si bien la dirección de la política autonómica, precisó Díaz, le corresponderá por entero al alcalde de Sevilla y próximo secretario general. Es decir, lo que ambos han acordado es lo que, no obstante quería Ferraz: adelantar la primera parte del proceso congresual, la elección del líder, aunque la parte relativa al cónclave de delegados (votación de la ponencia, los estatutos y los órganos de dirección autonómicos) se celebrará en su fecha, tras el congreso federal.

Espadas y Díaz entendieron que no era "necesario" celebrar un cónclave extraordinario, por la cercanía del periodo congresual ordinario. Tampoco hacía falta crear una gestora o pedir a Díaz que dimitiera, explicó, ya que "daría sensación de ruptura, desunión y no hay razones para un proceso abrupto".

Espadas continuará como alcalde de Sevilla hasta que entienda que no es compatible con el liderazgo del PSOE-A Eduardo Briones / EP

"Estaré en el próximo pleno"

Aunque los órganos regionales seguirán operativos hasta el congreso autonómico de finales de año, sí se montará, dijo Espadas, un comité organizador del cónclave, lo que en la práctica funcionará como una especie de dirección interina. Espadas, además, liderará la oposición al presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, desde la alcaldía de Sevilla, ya que no tiene escaño en la Cámara andaluza. Hasta ahora, había afirmado que seguiría con el bastón de mando hasta la convocatoria de las elecciones autonómicas. Este lunes, no fue tan lejos: su intención es continuar con su labor de regidor hispalense y de "defensa del municipalismo", pero si entiende en algún momento que no puede compatibilizar esa tarea "con plenitud" con la del liderazgo del PSOE-A, entonces abandonará el ayuntamiento "inmediatamente" y cederá las riendas a un compañero de su grupo. "Cuando no pueda lo dejaré. Hay quien tiene prisas, pero le va a tocar esperar un poquito. De momento seguiré de alcalde", recalcó.

Díaz subrayó durante la comparecencia que, desde que cayó derrotada por 16 puntos, el 13 de junio, prometió que arrimaría el hombro, que no podría obstáculos a Espadas. "Soy leal al PSOE y a Andalucía por encima de todo. Me tiene desde la noche de las primarias, me seguirá teniendo en aquello que me necesite y demande", con el "objetivo" de que el partido vuelva a la Junta en los siguientes comicios, sostuvo. Ella reiteró una y otra vez que está y estará "a disposición" del PSOE y de Espadas, y por ahora seguirá en su escaño en el Parlamento andaluz: "Estaré en el próximo pleno y trabajando como siempre, ayudando en lo que esté en mi mano. Seguiremos en el tajo". Queda la duda de si permanecerá allí toda la legislatura, porque ahora lo que se ha ventilado es el relevo orgánico, "lo institucional vendrá después".

Espadas agradeció a la baronesa que le diera "autonomía" para tomar decisiones y "confianza" para hacerlo de la mejor manera, le reconoció su "trabajo, esfuerzo, sacrificio y entrega" y la elogió como un "activo" para el partido, con "vida política por delante". En las últimas semanas se había barajado que ella saltara a la Cámara alta como senadora por designación autonómica. Cuando perdió la Junta, Sánchez le ofreció, entre otros cargos, presidir el Senado, pero ella no quiso para no salir de Andalucía y repetir como candidata a la Junta. Pero tras su último pulso orgánico con el presidente, sus opciones son muy limitadas. El primer edil agradeció asimismo el apoyo de los ocho secretarios provinciales, porque "están trabajando ya en la tarea de impulso parlamentario y en otras actividades" que el PSOE-A está teniendo.

La secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, y el alcalde de Sevilla y ganador de las primarias, Juan Espadas EFE

Acortar plazos

En todo momento, la secretaria general incidió en que no quiso que el "ruido" que ella sufrió hasta mayo -cuando las agrupaciones provinciales se removieron para pedir primarias y elegir candidato electoral- se volviera a repetir y que la victoria de Espadas se viera "empañada" con "intoxicaciones y filtraciones interesadas". El ganador, contó, le trasladó que quería un relevo ordenado, y ambos pactaron conducirlo con "discreción total". Acordaron pues un proceso de transición "tranquilo, coherente, transparente". "Necesitamos unir al PSOE y no fracturarlo, y ese es mi compromiso", rubricó.

Era la primera comparecencia pública de Díaz desde el 13-J. Espadas ha mantenido un diálogo con ella y con Ferraz

Espadas validó la versión de la secretaria general: no ha habido "prisas" por parte de ninguno, han recorrido "juntos" el proceso de transición, desde la "firme voluntad de ambos" de tomar decisiones consensuadas y con la meta de "unir al partido". "Pido disculpas si no dábamos la información que se esperaba", se excusó, consciente de que su silencio alimentó el relato de que ella se aferraba al cargo. Reconoció a Díaz su disposición a pactar el relevo, ya que ambos concluyeron que había que "acortar plazos" y dar estabilidad orgánica al PSOE-A para que no hubiera "mensajes diferentes" ni órdenes dispares a los equipos. El alcalde de Sevilla sí tuvo claro desde el primer momento que no quería gestora para no profundizar la brecha interna, así que el reemplazo en la secretaría general se producirá sin sobresaltos y, para más adelante, el relevo en los órganos.

Para Díaz, la de este lunes era su primera comparecencia pública tras la derrota en las primarias del pasado 13 de junio y se la vio más recompuesta pese al golpe que supuso el fin de su vida política en primera línea. Y para él, la escenificación del punto final a un diálogo que ha llevado en exclusiva con ella. Aunque Ferraz ha estado al tanto en todo momento, Espadas ha querido tejer una transición a su manera, en negociación directa con la secretaria general y sin la intervención directa (y mucho menos violenta) de la cúpula de Sánchez.