Los negociadores de Junts pel Sí y la CUP han cerrado una propuesta para "ensanchar la base social a favor de una república catalana" que incluye "un Gobierno catalán de transición" con una presidencia coral, repartida entre cuatro personas, y un proceso soberanista con "seguridad jurídica", además de un plan de choque social contra pobreza y desahucios. En una conferencia de prensa en el Parlamento autonómico, el diputado de Junts pel Sí Raül Romeva presentó "la propuesta de acuerdo", trabajada con la CUP en los últimos dos meses y que la CUP elevará a su Asamblea Nacional del domingo para que la avale.

Romeva recalcó que no hay cambio en cuanto al candidato a la presidencia de la Generalitat, que sigue siendo Artur Mas. Y en relación al plan de choque social, explicó que incluye una cifra "cuantiosa pero asumible" que se elevaría a unos 270 millones de euros para, principalmente, dependencia, salud, pobreza y evitar los desahucios. Este plan paralizaría y revertiría la privatización sanitaria. Reveló que se deja "en suspense" el proyecto urbanístico BCN World.

LA PRESIDENCIA El diputado de JxSí, que compareció acompañado de los principales negociadores de la coalición, subrayó que políticamente lo que se investiría "no sería un presidente, sino una presidencia", aunque desde el punto de vista legal se elegiría un único presidente, tal y como obliga el Estatut, aunque sin perjuicio de que todo cambie en un eventual Estado catalán.

Sin embargo, Romeva incidió en que Mas no sería un presidente de un gobierno "autonómico", sino que lideraría junto con tres personas más --con toda probabilidad el mismo Romeva, Oriol Junqueras y Neus Munté-- "una presidencia para la transición entre el estatus actual" y una "república catalana".

El que fuera cabeza de lista de Junts pel Sí el 27-S indicó que en las conversaciones no se ha acordado el equilibrio de votos de la CUP cara a la investidura, para la que se requerirían al menos dos favorables y ocho abstenciones del partido antisistema.

JxSí presentó esta propuesta para que la CUP la someta a la Asamblea Nacional el próximo 27 de diciembre. Este órgano de decisión de los cuperos votará sobre cuatro escenarios: aceptar el acuerdo político y apoyar a Mas; rechazar ambas cosas y trabajar para buscar un candidato de consenso; apoyar a Mas pero rechazar el acuerdo político; y finalmente descartarlo todo y emplazar a JxSí a buscar apoyo en otros grupos del Parlament.

Los diputados de la CUP evitaron ayer, por su parte, hacer suya la propuesta de Junts pel Sí, que consideraron una "aproximación" a su programa y sobre la que votarán el domingo.