El Gobierno y el PP consideran que hay margen para que los tribunales españoles interpreten un posible rechazo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a la doctrina Parot, mientras que el PNV y la izquierda abertzale han vuelto a reclamar su derogación. Desde el Gobierno, el presidente rajoy ha expresado su esperanza de que el Tribunal de Estrasburgo avale la doctrina Parot porque ha sido un instrumento "enormemente útil en la lucha contra el terrorismo".

En la misma línea, el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, advirtió de que un fallo en contra de la doctrina supondría que personas que han cometido "delitos gravísimos" y que no han saldado su deuda con la sociedad fueran excarceladas.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, también ha dicho que si se rechazara la doctrina Parot "es evidente" que hay margen para que los tribunales españoles interpreten, ya que son los que deben aplicar la sentencia y no ha descartado que se pueda hacer "ingeniería jurídica" en España sobre este asunto. Desde el PP, el eurodiputado Jaime Mayor Oreja ha defendido la aplicación de la doctrina porque con ella "se ha querido evitar la impunidad".

Por contra, el PNV, a través de su parlamentario Iñigo Iturrate, ha reiterado que no comparte la doctrina Parot porque va en perjuicio del penado, ha considerado un "despropósito" que el ministro del Interior haya apuntado que se pueda hacer "ingeniería jurídica" en España si el tribunal la tumba y ha emplazado al Gobierno a que respete los pronunciamientos de los tribunales.

Desde el mundo de la izquierda aberzale, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, ha opinado que una resolución favorable a la derogación de la doctrina Parot supondría una "llave" para "desbloquear" el proceso de paz y "abriría una grieta" en la política penitenciaria del Gobierno. El parlamentario vasco de esta coalición, Oskar Matute, ha denunciado que el Gobierno interpreta la política y la justicia "como una extensión de la política bélica y de ahí la arbitrariedad de la doctrina Parot".