El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha esperado hoy que el anteproyecto de Ley de Acción Exterior que prepara el Ejecutivo pueda elevarse "la semana que viene" al Consejo de Ministros para su aprobación. El anteproyecto de ley "en ningún caso" lo aprobaría el Consejo de Ministros este viernes "porque se solaparía con las medidas que se van a adoptar como consecuencia del (debate) sobre el Estado de la nación y se perdería en el tumulto", ha explicado a los periodistas a su salida de la sesión de control al Gobierno en el Senado.

El ministro ha dicho tener la "esperanza", que no la "certeza", de que la Comisión de Subsecretarios debata el anteproyecto de ley en su reunión de esta tarde y pueda elevarse al Consejo de Ministros la semana que viene.

La semana pasada más de 350 diplomáticos, la mayoría de ellos de las categorías noveles, firmaron una carta dirigida al ministro en la que expresaban su "preocupación" por la redacción actual de la ley, que consideran da un paso atrás respecto de las primeras versiones.

Se quejan de que la ley no dote al Ministerio de Exteriores de "verdaderos instrumentos" para coordinar la política exterior; de que no se reserven suficientes puestos en el extranjero al personal de la Carrera Diplomática y de que no se homologuen las condiciones de trabajo entre los distintos cuerpos de funcionarios implicados en la acción exterior del Estado.

De la ley se ha caído la pretensión inicial del ministro de homologar las condiciones de trabajo de todos los funcionarios en el exterior, en función de su categoría profesional y su puesto, en lo relativo a retribuciones, vacaciones y permisos, cobertura sanitaria y asistencia a la escolarización de los hijos, con independencia del departamento del que procedieran.

En este punto la ley se topó con la oposición del cuerpo de técnicos comerciales, dependientes del Ministerio de Economía, que temían perder capacidad adquisitiva e independencia. Hay que tener en cuenta que en la actualidad, algunos jefes de Oficinas Comerciales cobran más que el propio embajador.

Que los técnicos comerciales hayan ganado este pulso ha sentado mal entre el personal de la Carrera, sobre todo cuando en la actualidad a muchos de ellos se les está pidiendo que hagan funciones propias de los técnicos comerciales sin cobrar más por ello.