El comité de dirección popular se trasladó ayer a Pamplona, donde celebró su habitual reunión de los lunes junto a su candidato en esta autonomía, Santiago Cervera, al que Mariano Rajoy quiere promocionar. Pero la cúpula del PP analizó otros asuntos más allá de la situación en Navarra, poniendo especial atención al aluvión de informaciones publicadas en las últimas horas en torno a la posible sucesión de José Luis Rodríguez Zapatero, según confirmaron varios asistentes a la citada reunión.

Esas fuentes apuntaron que el partido piensa ya en un plan b por si el PSOE decide adelantar el proceso de sucesión, dado que ese escenario invalidaría la estrategia electoral que tienen preparada los conservadores, consistente en ignorar a los candidatos autonómicos y locales socialistas para cebarse en los mítines única y exclusivamente con Zapatero, al que hacen responsable de la crisis que vive el país. "Si se adelantan las primarias, obligatoriamente tendríamos que reorientar el plan", apunta un destacado dirigente del PP.

No obstante, casi todos los miembros de la dirección popular coinciden en augurar que Zapatero podría anunciar si se va o se queda antes del 22 de mayo, fecha de las elecciones municipales, pero sin convocar de forma urgente primarias. "Vemos muy difícil que el presidente se meta en el lío de poner en marcha un proceso tan complejo en solo semanas. Pero hay que estar preparados", añaden.

DOBLE DISCURSO Rajoy, en cualquier caso, no quiere dar la sensación ante la opinión pública de que le inquieta quién pueda ser su contrincante en las próximas elecciones generales. Eso explica que ayer intentara quitarle hierro al asunto cuando se le preguntó en rueda de prensa si le preocupaba que, el próximo 2 de noviembre, pudiera saberse ya si Zapatero se va de la política en unos meses o se queda al frente del PSOE. "Si se cambia o no de candidato socialista no altera en nada lo que yo vaya a hacer", recalcó.

Después aprovechó la rueda de prensa que protagonizó en Pamplona para reprochar a los miembros del Gobierno y del PSOE que se dediquen a los "enredos" internos en vez de a atajar el paro. La falta de empleo y los problemas de la economía española son algunos de los temas que los populares piensan echarle en cara a Zapatero mitin tras mitin. La idea es convencer a los indecisos de que si votan al PSOE, se convertirán en cómplices del presidente y de sus errores. Eso siempre y cuando unas elecciones primarias no les rompen la estrategia, claro.