Mariano Rajoy superó ayer el primer trámite para convertirse en el nuevo líder del PP. Ante el comité ejecutivo del partido, que le refrendó por unanimidad --aunque la decisión definitiva la tomará hoy la junta directiva--, se comprometió a seguir con la política diseñada por su antecesor, José María Aznar, de la que él ha sido un "buen artífice", como dijeron varios miembros de la dirección.

El candidato del PP a las elecciones del 2004 dejará en los próximo días el Gobierno para centrarse en su campaña, pero tendrá todo el poder interno. Aznar le ha cedido sus competencias como presidente de la formación, aunque formalmente será secretario general. Rajoy no será presidente del PP hasta después de las elecciones, probablemente en el congreso previsto para enero del 2005.

Rajoy también estará al frente del grupo parlamentario pero sin mermar las funciones del actual portavoz Luis de Grandes.

UNANIMIDAD

En su reunión de ayer, el comité ejecutivo del PP dio un respaldo unánime a la propuesta de Aznar para que su número dos en el Gobierno sea el candidato a las elecciones del 2004. Hoy la junta directiva de la formación ratificará la propuesta, que será por votación secreta de sus 584 miembros por decisión expresa del sucesor. Se repite el sistema de elección empleado hace 14 años, cuando Manuel Fraga propuso la candidatura de José María Aznar.

En sus primeras palabras tras conseguir el refrendo del comité ejecutivo, Rajoy adelantó su intención de seguir con la política de Aznar, al tiempo que apostó por la "profundización y renovación" del proyecto de centro.

Para ratificarlo, Rajoy expuso los seis ejes de su programa electoral, continuista del aznarismo. Estos puntos, leídos por el hasta ayer secretario general, Javier Arenas, son: política internacional, lucha contra el terrorismo, inmigración e inseguridad ciudadana, política económica, modelo de Estado y mantenimiento de la estabilidad institucional.

Aznar abrió la reunión, en la que 25 dirigentes tomaron la palabra para loar las cualidades del nuevo líder.

Es un candidato "cabal, sensato y fiable", dijo el jefe del Ejecutivo, que desgranó las cualidades del hombre por el que ha apostado. Rajoy, "es una persona en la que se puede confiar. Sabe cuáles son los principales problemas y los riesgos más graves que tiene España", indicó Aznar.

El, al menos formalmente, presidente del PP salpicó la presentación de Rajoy con una serie de adjetivos sinónimos de seguridad, una idea que los dirigentes conservadores han reiterado en los últimos días como sentimiento general ante la apuesta electoral de la nueva etapa del PP. Aznar dijo que Rajoy, como candidato, "es garantía de estabilidad y moderación" y representa la "certidumbre" de que el proyecto de centro reformista "sigue siendo el mejor para España".

RETIRO DE VERDAD

Aznar dejó claro que su retirada va en serio. "No me voy a medias", afirmó. Luego anunció que cedía al candidato "todos los poderes" que los estatutos del PP otorgan a su presidente, entre los que está "coordinar la acción política del partido".

"No habrá bicefalia", subrayó Aznar que, además, destacó el trabajo de los tres hombres que han formado su núcleo duro: Rato, Mayor Oreja y Arenas. De éste, elogió su "generosidad y sentido de partido" por ceder a Rajoy la secretaría general. Le propuso para la vicesecretaría que deja vacante el candidato.

A Rato y a Mayor, el presidente del Gobierno les agradeció "muy profundamente" su ayuda y su "gran sentido de la lealtad hacia el partido".

En su intervención ante el comité ejecutivo, Rato dijo de Rajoy: "Es amigo, compañero, de confianza y de fiar. Mejora todo el tiempo. Además", subrayó, "es mi candidato". Horas antes, el vicepresidente segundo no había podido ocultar su decepción por no haber sido el elegido. Entrevistado en la Cadena SER, Rato afirmó: "Siempre que uno participa en una cosa de éstas puede tener una cierta desilusión".

El responsable de la política económica no desaprovechó la ocasión para elogiar a Aznar, al que tanto en la radio como ante el comité ejecutivo le llamó José María. "Me cuesta decirle adiós", indicó, y enfatizó la "lección de ética histórica" que el presidente del PP había dado con su compromiso de no estar más de dos mandatos en el Gobierno y al ceder el poder interno a su sucesor.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, que ha guardado silencio total todo el fin de semana en que Aznar resolvió el relevo, destacó de Rajoy su capacidad para "generar liderazgo interno".