Si el PSOE consigue un resultado el próximo domingo que le permita intentar formar Gobierno, algo que las encuestas no han dejado nada claro, será en gran parte gracias a Andalucía. E sur de España sigue siendo la punta de lanza del partido, su gran baluarte, donde ha gobernado de forma ininterrumpida desde que hay elecciones autonómicas, ahora con Susana Díaz al frente gracias a un pacto con Ciudadanos. El entorno de la presidenta de la Junta señala que ganarán "de calle" al PP, algo que no se suele escuchar en otros territorios, o al menos no con esa contundencia.

El candidato a la Moncloa, Pedro Sánchez, otorga tanta importancia a esta comunidad que en el penúltimo día de campaña se dedicó casi en exclusiva a ella, primero en Granada y después en Torremolinos (Málaga), durante un mitin en el que Díaz insistió en una presunta "pinza" entre el PP y Podemos para dañar al PSOE.

El paralelismo está en la segunda mitad de los años 90, cuando el entonces líder de IU, Julio Anguita, favoreció a los conservadores frente a los socialistas. Díaz cree que ahora ocurre algo similar con Podemos, pese a que el partido liderado por Pablo Iglesias ha pactado con el PSOE en numerosas autonomías: de Extremadura a Castilla-La Mancha, pasando por la Comunitat Valenciana. La presidenta andaluza recordó que el 6 de diciembre, en la celebración en el Congreso del Día de la Constitución, Mariano Rajoy le dijo a Iglesias que iban "muy bien" encaminados en estas elecciones. "Antes daban miedo y ahora se tutean. Van de la mano", señaló Díaz, que será la dirigente socialista a la que todos mirarán si Sánchez, con quien ha tenido en el último año una relación tormentosa, saca un mal resultado.

Susana Díaz, por el momento, proclama su total apoyo al secretario general, pero dedicó una pequeña parte de su intervención a mostrarlo, empleando casi todo su tiempo a defender la sanidad y la educación públicas. "El domingo no importa lo que pase a cada partido, a tal o cual persona, lo que nos tiene que importar es que este país tenga futuro. Si algo tengo claro a estas alturas de la campaña son dos cosas. La primera es que hay que sacar a Mariano Rajoy de la Moncloa sí o sí, ¿vale? La segunda es que solo hay una alternativa posible al PP. Somos nosotros, el PSOE, con Pedro Sánchez a la cabeza", dijo.

UN ROJO SUPERSTICIOSO El candidato socialista lució durante la jornada un jersey rojo, prenda de la que se sirvió para lanzar un mensaje de optimismo supersticioso. "Ya sabéis que hay que ponerse algo rojo para empezar con suerte el año. ¡Así que vamos a poner un Gobierno socialista en la Moncloa!", señaló Sánchez, que poco antes dejó claro que el hipotético triunfo de su partido pasa necesariamente por esta comunidad. "Con la fuerza del socialismo andaluz vamos a ganar las elecciones", anticipó.