La profesora María José Alcalde junto a 7 alumnas y alumnos de la asignatura de Latín en 4º ESO del IES Grupo Cántico han conseguido un accéssit en el 9º certamen Hermes. Este concurso está convocado por las asociaciones Cultura Clásica y Ludere et Discere, con la colaboración de Prósopon Sagunt y la Saguntina Domus Baebia.

Los alumnos han participado con una obra realizada en Latín Clásico que cuenta la historia de Orfeo y Eurídice. Se trata del certamen de vídeo de temática clásica más importante de nuestro país, en el que han participado 17 institutos de toda España, entre ellos el cordobés.

Juan A. Gavilán ha sido el encargado de la edición de vídeo y Alfonsi Sillero ha prestado su talento para la confección del vestuario y la ambientación. La obra ha sido escrita en latín clásico por María José Alcalde, profesora de Lengua Española y de Latín.

Según explica el profesor Juan Antonio Gavilán, «la idea de realizar un corto en la lengua de los antiguos romanos surge hace un año, tras la realización de un cortometraje basado en la historia de Romeo y Julieta con alumnos de 1º ESO».

La profesora de Latín María José Alcalde «trata de implementar en sus clases diferentes tipos de actividades para hacer el aprendizaje de los clásicos más atractivo a los chicos y chicas del siglo XXI», señala el profesor Gavilán.

El certamen Hermes es un concurso nacional que desde hace casi una década promueve la difusión de las lenguas y culturas clásicas entre los estudiantes de ESO y Bachillerato premiando a películas cortas con temática clásica. Así pues se conceden dos premios, uno para cortos en castellano y otro para trabajos realizados en latín o griego clásico.

«Al principio, rodar en latín parecía una marcianada, pero María José Alcalde se lo tomó como un reto y se atrevió incluso a escribir ella misma el guion. Debido a que para nuestros alumnos es su primer acercamiento a la lengua latina, la escritura del texto desde cero permitió adaptarlo a su nivel de conocimiento de la gramática y el vocabulario latino. De esta manera los estudiantes tenían que enfrentarse a frases que podían comprender y, por tanto, interpretar», explica Juan Antonio Gavilán.

El coro

Pero además, señala que «como toda obra de la antigüedad grecorromana no podíamos pasar sin el coro». Y admite que «para los integrantes de nuestro coro lo más difícil fue sincronizar sus voces, ya que debían realizar el recitado y señalar las pausas todos a la vez».

Lo más curioso fue, que a pesar de las tres semanas de ensayo, «nuestro elenco no daba ninguna entonación realista a su interpretación. No fue hasta el momento de la verdad, colocados delante de las cámaras, cuando nuestros chicos y chicas empezaron a comprender que el texto expresaba sentimientos, que era una lengua usada para hablar, y fue así como el latín dejó de ser una lengua muerta, al menos por un ratito», apunta el profesor.

Para la introducción de decorados utilizaron un pequeño estudio de chroma verde en el salón de actos. Gavilán explica que «lo más difícil de la fase de rodaje fue interpretar sin tener ninguna referencia visual, teniendo que confiar ciegamente en las instrucciones de la dirección».