Concha Ropero, catedrática jubilada del IES Trassierra, cuenta que "los años en los que he trabajado como profesora, he entendido la educación como un proceso de acompañamiento a los chicos/as durante una etapa de sus vidas, tratando de ayudarles a ser cada día más personas, más ciudadanos y ciudadanas con criterio propio. Este objetivo he pretendido conseguirlo despertando en ellos el interés y la curiosidad, pero no cualquier curiosidad, sino aquella que conduce no solo al conocimiento sino también al gusto por el saber, al deleite intelectual".