TELECOMUNICACIONES

Telefónica lanza la remodelación de su consejo a la espera de STC

La teleco nombra dos nuevos consejeros con la entrada de Alejandro Reynal (Four Seasons Hotel) y de Solange Sobral (CI&T) y reduce el número de sus comisiones.

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete.

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete. / Telefónica

David Page

Telefónica lanza la remodelación de su consejo de administración con la sustitución de dos de sus integrantes y a la espera de que la operadora saudí STC (que pretende ser el mayor accionista de la operadora con una participación del 9,9%) dé a conocer si pedirá sentarse en el órgano de gobierno del grupo. En 2024 la compañía tendrá que afrontar la renovación de otros cinco puestos del consejo de administración debido a la finalización de mandatos de los vocales.

El consejo de Telefónica ha aprobado este martes los nombramientos de Alejandro Reynal (presidente y CEO del grupo hotelero Four Seasons) y de Solange Sobral (vicepresidenta de la tecnológica CI&T) como nuevos consejeros independientes, en sustitución de Juan Ignacio Cirac y Peter Erskine, que han presentado su dimisión, según la compañía, para "favorecer la renovación" del máximo órgano de decisión de la empresa cuando ya ser acercaba la finalización de sus mandatos.

"Las nuevas incorporaciones responden al constante proceso de renovación y fortalecimiento del sistema de gobierno corporativo de la compañía y con ellas Telefónica avanza en la aplicación de las mejores normas y recomendaciones nacionales e internacionales, e incluso se adelanta a los más exigentes requisitos en materia de diversidad de género, igualdad efectiva y representación equilibrada de ambos sexos", ha subrayado el grupo presidido por José María Álvarez-Pallete. El consejo de administración de Telefónica seguirá compuesto por 15 vocales, de los que un 40% son mujeres, y contará con una "amplia mayoría" de consejeros independientes.

Compás de espera por Arabia

La renovación se produce antes de que STC desvele si pedirá tener representación en el consejo de administración de la compañía. Saudi Telecom (STC), la operadora controlada por Estado de Arabia Saudí, provocó un terremoto el pasado 5 de septiembre con su inesperada irrupción en el capital de Telefónica. Un terremoto corporativo -porque el plan saudí pasa por convertirse en el mayor accionista de la teleco con un 9,9%- y también político -porque para que la compañía árabe llegue a esa cota accionarial debe contar con el permiso explícito del Gobierno español por el papel crucial del grupo en la seguridad nacional y en defensa.

Saudi Telecom ha adquirido una participación directa del 4,9% de las acciones de la compañía española y otro 5% de manera indirecta mediante derivados financieros, por un total de unos 2.100 millones de euros. El grupo saudí actualmente sólo puede ejercer los derechos de voto correspondientes a ese paquete directo del 4,9% y el Gobierno no puede tomar ninguna medida si el nuevo inversor no mueve ficha superar esa cota o si no pide entrar en el consejo. Tres meses después de la operación, STC sigue sin formalizar la solicitud de autorización ante el Gobierno para completar el control del paquete accionarial del 9,9% y no tiene un plazo legal concreto para hacerlo.

La operadora árabe, controlada en un 64% por uno de los fondos soberanos de Arabia, debe pedir permiso al Ministerio de Defensa y contar con el ‘ok’ posterior del Consejo de Ministros si pretende ejercer los derechos políticos hasta el 9,9% o si confirma su intención de tener presencia en el consejo de administración de Telefónica. Fuentes próximas al grupo saudí insisten en que se sigue valorando la entrada en el consejo de la teleco, pero que no hay aún una decisión. Fuentes del mercado, en cambio, dan por hecho que al menos solicitará un asiento y que probablemente serán dos.

Por otro lado, Telefónica también ha decidido reducir de seis a cuatro el número de comisiones para optimizar la efectividad del consejo. La Comisión de Sostenibilidad y Calidad y la de Regulación y Asuntos Institucionales se integrarán en una sola que pasará a denominarse Comisión de Sostenibilidad y Regulación. El grupo también ha suprimido la Comisión de Estrategia e Innovación para potenciar la definición y supervisión estratégica del consejo de administración. Se mantienen la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno, y la de Auditoría y Control, a la que se añade la Comisión Delegada.