Resultados empresariales

El Santander apunta a un beneficio récord de 11.000 millones gracias al alza de tipos

La fuerte mejora de los ingresos propiciada por las alzas de tipos impulsada por los bancos centrales para combatir la inflación ha más que compensado el efecto negativo del aumento de las provisiones para afrontar futuras pérdidas y el 'impuesto' a la banca en España

Imagen de una oficina del Banco Santander.

Imagen de una oficina del Banco Santander. / EFE

Pablo Allendesalazar

El Santander se encamina a encadenar su segundo ejercicio consecutivo marcando un nuevo récord anual de beneficios desde su fundación en 1857. El banco, así, ha estimado este miércoles que cerrará 2023 con una rentabilidad sobre el capital tangible del 15% o superior, lo que dado que no espera ningún impacto extraordinario negativo en el cuarto trimestre, llevaría el resultado anual a situarse entre los 10.900 y los 11.000 millones de euros al cierre del ejercicio, frente a los 9.605 millones de 2022.

Entre enero y septiembre, el grupo ya ganó 8.143 millones, un 11,3% más y el mayor resultado en los primeros tres trimestres de un año de su historia. La fuerte mejora de los ingresos propiciada por las alzas de tipos impulsada por los bancos centrales para combatir la inflación ha más que compensado el efecto negativo del aumento de las provisiones para afrontar futuras pérdidas y el 'impuesto' a la banca en España, que le costó 224 millones. Sin dicho gravamen, el resultado hubiera mejorado un 14%. En España, el mercado que más tira del beneficio, las ganancias se dispararon un 68%, hasta los 1.854 millones.

Pese a la mejora del resultado, su consejero delegado, Héctor Grisi, ha mostrado su rechazo al 'impuesto' a la banca que el Gobierno aprobó hace unos meses y que el PSOE y Sumar han pactado ahora convertir de temporal en permanente. El gravamen, ha argumentado, es "discriminatorio y estigmatiza al sector" frente a otro tipo de empresas que no deben abonarlo, además de ser malo para la economía porque penalizará la concesión de crédito ahora que el ciclo económico comienza a deteriorarse. El ejecutivo mexicano, con todo, no ha querido valorar otros aspectos del pacto entre las dos fuerzas progresistas, como la reducción de la jornada laboral o la ampliación de las medidas de apoyo a los hipotecados en apuros.

Más rentabilidad del cliente

El banquero, asimismo, ha dejado abierta la posibilidad de comenzar a remunerar las cuentas corrientes a nuevos clientes para competir con la estrategia lanzada por el Sabadell. En cualquier caso, también ha vuelto a defender la baja remuneración de los depósitos que ofrece la banca española respecto a la media de la zona euro con el argumento de que las hipotecas en España también son "más baratas" que en Europa. Es cierto si se compara con el tipo del bono del Tesoro a 10 años, referencia del coste de financiación de la economía española y que los bancos utilizan como referencia para dar préstamos a largo plazo. Pero también es verdad que el tipo medio del saldo de hipotecas en España es más alto que en la eurozona (3,43% frente al 2,29%), mientras que se paga menos por los depósitos (1,38% frente al 1,97%) y las cuentas corrientes (0,13% frente al 0,31%).

De hecho, el margen de clientes (diferencia entre el tipo medio de los créditos y los depósitos) del Santander en España se ha disparado en un año del 1,87% al 3,37%. Esta mejora, propiciada por el alza de los tipos oficiales y una remuneración del pasivo que ha aumentado incluso menos de lo que esperaba, ha sido generalizada en los países donde opera el banco y explica que el margen de intereses (diferencia de ingresos por lo cobrado por el crédito y lo pagado por los depósitos) creciese un 12,9% hasta septiembre. El grupo, así, logró mejorar sus ingresos más básicos a pesar de que, como consecuencia del debilitamiento económico y de la política monetaria restrictiva, su cartera de crédito cayó un 2% (menos demanda de empresas y amortizaciones anticipadas de hipotecas), mientras los recursos de clientes aumentron un 4%

El alza del número de clientes (en nueve millones, hasta los 166 millones) propició que la facturación por comisiones mejorase un 4%. Sin embargo, el pago del 'impuesto' a la banca en España, junto con el impacto de la hiperinflación en Argentina y los menores ingresos del negocio de 'leasing' en Estados Unidos, moderaron la mejora del conjunto de ingresos al 11,1%. El resultado neto del negocio subió más (13,9%) gracias a que los costes crecieron menos que los ingresos (un 7,8%, por la alta inflación), lo que propició una mejora de la ratio de eficiencia de 1,5 puntos porcentuales, hasta el 44%. La entidad ha destacado que, eliminando el impacto de la inflación media, los costes hubieran bajado el 0,5%.

Más provisiones

Por el lado negativo, las dotaciones y provisiones para hacer frente a futuras pérdidas por impagos y pérdidas de valor de activos crecieron un 21%, un incremento "previsto" por el impacto del aumento de los tipos de interés y la inflación en la capacidad de pago de los clientes, la "normalización" en Estados Unidos tras ser excepcionalmente bajas el año previo, la mayor cobertura de la cartera hipotecaria en francos suizos en Polonia, y por las mayores dotaciones en Brasil por el crecimiento de la cartera crediticia.

Pese a ello, el coste del crédito (nuevas provisiones sobre el total del crédito) aumentó solo ligeramente frente al trimestre anterior (del 1,08% al 1,13%), si bien el alza es notable respecto a septiembre del año pasado (0,86%). Eso sí, la morosidad (tasa de impagos sobre el total del crédito) apenas ha subido aún del 3,07% de junio al 3,13%, favorecida por el "buen comportamiento generalizado del empleo". El fondo para insolvencias es de 24.019 millones de euros, con una tasa de cobertura del 68%. El capital creció ligeramente hasta el 12,3%, mientras que la rentabilidad sobre dicho capital se ha elevado desde el 10,86% de un año antes y el 11,56% de junio hasta el 12,28%.