Del 'Wallapop' de las palas de los aerogeneradores a la nueva industria del reciclaje

A finales de 2023 habrá más de 6 gigavatios (GW) eólicos que habrán alcanzado los 20 años de antigüedad. Siete años más tarde, serían unos 20 GW, dos tercios de la potencia de viento instalada en la actualdiad. Y aunque muchos promotores han extendido la vida útil de sus parques diez años más, al seguir siendo rentables, una parte importante necesitará renovar sus máquinas. Existe ya un mercado de segunda mano que se dedica a valorizar el aerogenerador reparándolo y poniéndolo a punto para un nuevo uso --un ejemplo es la empresa Surus, que subasta a través de una web, en una suerte de 'Wallapop', partes de aerogeneradores, junto a otros productos industriales, y otra es Spares Motion, un 'market place' que pone en contacto a oferta y demanda, además de suministrar componentes y reparaciones--, pero el sector aspira a crear una industria 'adhoc' en España que incluya el reciclaje de las palas.

"Vendemos los aerogeneradores cuando están en el aire y no se han desmontado para que no pierdan valor. Nosotros hablamos con el cliente que quiere repotenciar su parque y le pedimos toda la informacion técnica, de mantenimiento y estado de la máquina. Y luego hacemos una campaña muy fuerte de marketing y comunicación y la gente puede ir a visitar el parque. El producto está unas tres semanas o así en la subasta, es una especie 'Wallapop' industrial", cuenta la directora de Sostenibilidad de Surus, Beatriz Alonso. El objetivo es darle una segunda vida al producto porque cuatro aerogeneradores en el final de su vida tal vez pueden convertirse en uno útil. Por ejemplo, muchos de los aerogeneradores desmantelados por Surus en tres parques en Galicia acabaron en Italia, en un nuevo parque. "Se desmontaron aquí y se traladaron allí, los reacondicionaron y los montaron para su funcionamento", añade.

La asociación europea WindEurope calcula que en 2030 se desmantelarán en Europa cerca de 5.700 aerogeneradores por año, fruto de la repotenciación de parques o bien de instalaciones que llegan al final de su vida útil y se desmantelan. A día de hoy, según explica la directora comercial para Iberia y Latam de Spares Motion, Isabel González, el 83% del material de un aerogenerador se puede reciclar o reaprovechar. Se trata de aluminio, cobre y componentes que se reacondicionan para volver salir al mercado para instalaciones nuevas o como repuestos de algunas instalaciones más antiguas que han sufrido percances a lo largo de su vida.

"En los últimos años hemos visto que hay un problemas de suministro importantes para algunos componentes, así que se trata de darles soluciones a los promotores sin necesidad de que adquieran productos nuevos", explica. "Creemos que en los próximos años tendrán una salida al mercado muy buena, sobre todo en ciertas tecnologías de las cuales casi no se han desmontado parques todavía y hay problemas de suministro porque se han dejado de fabricar. En esos casos, o arreglas las que tienes o tienen un problema porque no encuentras un repuesto. Al principio va a haber una gran demanda de algunos componentes, pero según se vayan desmontando más parques ocurrirá todo lo contrario", añade.

El problema fundamental ahora son las palas, que están hechas de materiales pensados para durar mucho tiempo y no se pueden reciclar. En España o se trocean, o se transforman --no son reciclables pero se pueden convertir en otro tipo de componentes como cemento, hormigón o mobiliario urbano) o se almacenan hasta que se puedan reciclar. El sector se comprometió hace dos años a que ninguna pala iría a un vertedero (almacén industrial) a partir de 2025 y el reloj empieza a hacer 'tik, tak', según cuenta el director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), Juan Virgilio Márquez.

Con la ayuda de los fondos europeos del Gobierno es como está surgiendo una industria de reciclaje de palas impulsada por las compañías propietarias de parques más antiguos, como Iberdrola, Endesa, Naturgy o Acciona. Las cuatro han desarrollado consorcios acompañadas de socios industriales a quienes dar musculatura, aunque desde la AEE advierten que sin una regulación que lo prohíba en España será difícil cerrar el círculo de forma virtuosa. En el caso de Naturgy y Ruralia, que junto con otras empresas industriales, han creado la sociedad GIRA Wind, en el municipio soriano de Almazán en Castilla y León para fomentar el reciclaje y darle una segunda vida de materiales. La planta obtuvo 1,49 millones de euros de ayudas de fondos europeos de la convocatoria de repotenciación circular dirigida a impulsar esta industria.

También Iberdrola y FCC se han unido para crear EnergyLOOP, que cuenta con acuerdos, entre otras empresas, con Surus. En este caso, la planta de reciclaje de palas de aerogeneradores tiene previsto construirse en el municipio navarro de Cortes a partir de este trimestre y empezar a operar el año que viene. Ha recibido una ayuda de 2,8 millones de euros en la convocatoria de fondos europeos. También Endesa, en colaboración con PreZero, prevé poner en marcha en 2024 su planta de reciclaje que ubicará en Cubillos del Sil (León), dentro del plan de futuro de la central térmica de Compostilla, actualmente en desmantelamiento. Recibirá 3,5 millones de euros de la convocatoria de fondos europeos. Por otra parte, Acciona forma parte del consorcio de empresas RenerCycle entre las que está Enerfin, el grupo Enhol o RWE.