Carmelo González Sayas, director general de la empresa zaragozana Vía Augusta, preside el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), que representa al 85% del sector en España y acaba de alcanzar la pasada madrugada un acuerdo -tras una reunión maratoniana- con el ministerio del ramo con el que se pretende poner fin al conflicto desatado en las carreteras. A pesar de ello, la Plataforma en Defensa del Sector Transporte tiene intención de seguir con el paro.

¿Es un buen acuerdo?

Es aceptable. En cualquier negociación, siempre uno quiere más, es lógico. Pero entiendo que es un buen acuerdo y como tal lo tenemos que trasladar a las bases para que sepan realmente lo que hemos pactado. Junto con el decreto que se publicó en marzo en el BOE (Boletín Oficial del Estado), son una batería de medidas importantes para el sector que hay que poner en valor. A ver si conseguimos trabajar y volver a una dinámica normal de actividad del transporte.

¿Qué puntos destacaría de todo lo conseguido?

La parte económica es importante, con mil millones para el sector. Si hubieran sido 2.000 pues evidentemente mejor, pero con la situación del país creemos que es una cuantía razonable. También es importante el incremento al doble de las ayudas al abandono de la actividad. Si gente con una cierta edad en la carretera, con lo dura que es la profesión, se puede jubilar. Luego hay unas nuevas líneas ICO, un nuevo plan de ayudas para refinanciar empresas en una situación complicada por la pandemia o la situación conflictivo de ahora por el gasoil. Y el estudio de una ley similar a la de la cadena alimentaria para regular los niveles de subcontratación, los costes... y dejamos de precarizar el sector.

¿Cuál ha sido el mayor escollo de la negociación?

Encajar muchas de estas cosas en otros ministerios que son el de transporte, básicamente en Hacienda. Cómo se articula la rebaja de 20 céntimos en combustible o cómo controlar si tienes diez o veinte camiones. Además nuestras peticiones eran mucho más altas, con lo cuál ha habido una negociación de esto sí y esto no.

¿El acuerdo servirá para poner fin al conflicto de las carreteras?

Me gustaría pensar que sí porque las demandas de la Plataforma se cumplen en su inmensa mayoría. Y las cuestiones que no se recogen es porque son imposibles de alcanzar en un estado de derecho con un mercado libre en el que no se pueden establecer mínimos ni máximos. Acabo de escuchar la noticia de que la ministra va a recibir a Manuel Hernández, el portavoz de la Plataforma. Entiendo que esto servirá para desconvocar un paro cuyas reivindicaciones ya estaban conseguidas el 1 de marzo con la publicación del real decreto, que recoge la prohibición de la carga y descarga por parte del conductor.

La Plataforma ha dicho hasta ahora que hubiera o no acuerdo seguiría con el paro.

Porque no se les recibía. Si la ministra les recibe, espero que lo desconvoquen, pero ellos tendrán que decirlo. Hay que destacar que otras asociaciones de autónomos que se había descolgado del acuerdo inicial dentro del CNTC, anoche se sumaron al consenso. Me refiero a Fenadismer, Fetransa y Feintra. El apoyo al acuerdo es unánime dentro de la mesa de negociación.

¿Esta colectivo debería haber estado en esa negociación?

No. La CNTC es un ente regulado, legislado y elegido democráticamente. Lo cual no quita para que la Plataforma se vaya preparando y pueda estar en la mesa cuando haya elecciones dentro de tres años. Y si no están de acuerdo con el sistema de elección, pues que digan que debe cambiarse. Ahora bien, no veo ningún problema de que la ministra les reciba. Me parece correcto.

¿A qué atribuye el éxito de una protesta que paría de un grupo minoritario?

El caldo de cultivo estaba servido con un gasóleo a los precios que está. Todas las empresas, grandes y pequeñas, lo pasan mal con esta situación. A un euro y pico por litro no se puede trabajar si no se repercute al cliente, pero ahora ya tenemos la herramienta para hacer ese ajuste. Hagámoslo. Parte del seguimiento del paro del sector es por convencimiento, pero otra por miedo de muchas empresas que no han querido arriesgar ni sus vehículos ni su equipo humano. Amen de que puede haber peleas entre distintas asociaciones a ver quién representa mejor o peor al sector de los transportistas autónomos.

¿Cómo espera que sea recibido el acuerdo en el colectivo de autónomos?

Tenemos que hacer una labor didáctica de que lo que hemos conseguido es positivo para el sector. Las arcas del Estado sabemos todos como están, no había margen para más. Vamos a coger lo que hay, lo cual no quita para que sigamos trabajando en otras cuestiones.

Una de las demandas que no se incluye es la jubilación anticipada.

No nos olvidemos que eso requiere un cambio legislativo y que se tendría que subir las cotizaciones a la Seguridad Social de todas nuestras empresas de transporte, cuando estamos reclamando que se bajen costes y no tributar por determinados cuestiones. Quizá no es el momento para eso. Pero se ha duplicado, pensando en los autónomos, las ayudas para el abandono de la actividad.

¿Qué asuntos quedan pendientes?

Sobre todo seguir trabajando en esa ley de costes mínimos, que es de difícil estructuración. Hay que regular el nivel de subcontratación y de los costes para que no haya desacatos en la gestión. Y probablemente, en una opinión mía, hay que analizar entre todos si hay que reestructurar el sector y hacerlo más fuerte. Es una actividad muy atomizado, con una media de tres camiones por empresa, y esto es una debilidad frente a otros países.

¿Por qué en otros países europeos no se ha dado este conflicto?

Pues en Francia tienen regulado el combustible del transporte desde hace mucho años, el precio está indexado y las variaciones de precio se repercuten de una manera normal. Y otros países no tienen el nivel de atomización del sector que hay en España, tiene otra tipología de empresas. Nuestra estructura de país propicia que haya estas protestas. El nivel de subcontratación que hay hace que al final el transportista efectivo esté sufriendo y esto hay que valorarlo.

¿Cómo valora la gestión que ha hecho el Gobierno de esta crisis?

Podemos estar descontentos porque no nos han dado todo lo que hemos pedido. Pero han estado encima de los temas y hemos conseguido en estos dos últimos años cosas que llevamos mucho tiempo reclamando. Hemos avanzado y eso hay que ponerlo en valor. El acuerdo alcanzado en diciembre, que frenó la anterior convocatoria de paro, ya fue un punto de inflexión. Lo que nadie preveíamos es que el gasóleo iba a dispararse a los niveles que ha llegado.

¿Tardó en reaccionar ante la dimensión que estaba cogiendo el paro?

Las medidas para abaratar el gasóleo en otros países van a entrar en vigor a partir del 1 de abril, igual que en España. Lo que ha pasado es que el Gobierno español ha tardado en definir que iba a hacer. En Francia o Portugal hace días que lo habían anunciado y eso desactivo las huelgas que había planteadas.

¿Qué ocurrirá si la Plataforma sigue con el paro?

Sería un sinsentido seguir con el paro, pero no puedo estar en la cabeza o el corazón de muchas personas que lo están pasando mal. La manera de solucionar los problemas es arrancando y negociando. Tiene que haber un labor de concienciación del colectivo de autónomos. Si no arrancamos las flotas que están paradas, tendremos un colapso total del país. Que se lean los decretos, analicen los acuerdos y las mejoras logradas. Y se puede seguir peleando con el Gobierno para conseguir objetivos alcanzables.