La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha apuntado este lunes que la denominada ley de "riders" -que fijará la condición de asalariados de repartidores de algunas plataformas digitales- se aprobará "en breve" y ha confiado en que pueda ampliarse en el futuro a otros sectores.

Durante su intervención en una jornada sobre la digitalización y el futuro del empleo organizada por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Díaz ha señalado que, aunque la norma "dice lo que dice, y su ámbito es claro, no puede obviarse que caben consecuencias implícitas".

"Puede ser una norma de referencia para el futuro, ante otras actividades, e incluso ante otras realidades tecnológicas diferentes de las plataformas", ha añadido.

Cuestionada por si esto supone que en un futuro se pueda aplicar a otras plataformas más allá del reparto de comida, Díaz se ha mostrado partidaria de avanzar en esa línea pero con "la necesaria tranquilidad y sosiego".

La denominada "ley riders" se pactó en el seno del diálogo social con un acuerdo entre Gobierno, patronal y sindicatos a principios de marzo, tras más de medio año de negociaciones. Aún no se ha aprobado por el Consejo de Ministros y tampoco está previsto que se lleve a la reunión de este martes.

Para Díaz otro de los aspectos más relevantes de esta norma es haber dado salida técnica al acceso a los algoritmos que marcan las condiciones de trabajo en estas plataformas, y que deberían ser neutros, "pero no lo son".

"Las personas trabajadoras están sometidas al poder disciplinario y de control del algoritmo, que no deja de ser el capataz de antaño", ha reflexionado Díaz.

"No podemos permitir que el reto de la digitalización y de la robotización signifique que la economía siga asentándose en la devaluación retributiva y en la degradación del trabajo y de las personas que hay detrás", ha destacado.

Cambios estructurales

Junto a este tema del trabajo en plataformas, Díaz ha abordado en su intervención otros puntos como la organización del tiempo de trabajo, y el papel que debe jugar la negociación colectiva en las condiciones del teletrabajo, así como el necesario impulso a la formación y la modernización de las políticas de empleo.

"Las soluciones deben ser estructurales y no cortoplacistas y deben, desde luego, asentarse en un modelo de tolerancia cero ante la precariedad", ha subrayado.

En esa reflexión, ha enmarcado las reformas que necesita el mercado laboral y ha reclamado "mayor altura de miras" para abordar de una vez la modernización que precisa España y que se ha comprometido ante Bruselas.

"No hagamos partidismo con un tema de enorme sensibilidad (...) cuando trabajamos el mercado de trabajo con rigor aun partiendo de premisas diferenciales (...) las soluciones son bastante más compartidas de lo que creemos", ha afirmado.

En la misma jornada, el director de Coyuntura y Análisis de Funcas, Raymond Torres, ha señalado que las nuevas tecnologías han permitido salvar puestos de trabajo en esta pandemia, alrededor de un 10 %, gracias al teletrabajo y las nuevas formas de organización.

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Una revolución tecnológica, ha añadido, que presenta oportunidades y también es un reto para el sistema de protección laboral, afectando más a las clases medias, y que lleva a la necesidad de "refundar el modelo de Estado de Bienestar".

Junto a esto, ha incidido en la importancia que debe tener la formación durante toda la vida laboral y vinculada más al trabajador que a la empresa.