La agencia de calificación crediticia Moody's ha colocado en revisión para una posible rebaja los ratings de unas 200 compañías de todo el mundo de los sectores energético y minero, incluyendo la nota de solvencia de la española Repsol, como consecuencia de la caída del precio del crudo, que la entidad estima en 33 dólares por barril de media para 2016, un 23% menos que su anterior previsión.

La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P), por su parte, ha advertido esta semana sobre el riesgo regulatorio que pende sobre el sector energético español dada la incertidumbre política sobre la formación del nuevo Gobierno. S&P cree que "el regulador podría considerar la imposición de mayores impuestos sobre la producción hidráulica y nuclear" en España.

S&P alude en su análisis a las "implicaciones negativas" para las eléctricas, especialmente para Iberdrola y Endesa, de "algunos programas electorales" en los que se recoge el cierre gradual de las centrales nucleares. En todo caso, considera que este "riesgo" es "manejable".