Después de haber plantado cara al Gobierno, votando contra el borrador de ley de pensiones en el Consejo Económico y Social (CES), la CEOE exigió ayer al Ejecutivo diálogo y consenso con todos los agentes sociales y con los grupos políticos para sacar adelante la reforma de la Seguridad Social con, al menos, el mismo respaldo con que contó la reforma socialista de Rodríguez Zapatero en el año 2011.

"Queremos un análisis completo de las pensiones a medio y largo plazo", reivindicó ayer el presidente de la patronal CEOE, Juan Rosell, dando a entender que ese fue el verdadero motivo de su voto negativo en el CES. "Nadie está más involucrado en las pensiones que los empresarios, que somos quienes las pagamos", añadió, y expresó su deseo de "que esta no sea la reforma del Gobierno, sino la de todos". Según Rosell, si se consigue "tranquilizar" el debate hay "tiempo suficiente" para lograr un consenso.

De momento, el debate no parece tranquilo. Ayer mismo, CCOO anunció movilizaciones a mediados de noviembre contra el proyecto de Presupuestos del Estado para el 2014 y la reforma de las pensiones.

El consejo confederal del sindicato aprobó con el 93% de los votos el informe presentado por su secretario general, Ignacio Fernández Toxo, contra ambas iniciativas del Gobierno. En el texto se asegura que España está "ante el ciclo depresivo más largo de la democracia, que alcanza ya nueve trimestres consecutivos". En realidad, dice, con el pequeño paréntesis del 2011, la recesión dura ya cinco años y "si se reducen los salarios y el empleo, se congelan las pensiones y cae la inversión productiva, es inevitable que la economía se estanque y en consecuencia no habrá ni creación de empleo ni cambio de modelo productivo". La valoración que, en rueda de prensa, hizo Rosell sobre el proyecto presupuestario fue bien distinta.

La patronal hace una "valoración positiva" del proyecto de presupuestos, que ve "realista", y además juzga un "acierto" situar la reducción del déficit público como prioridad.

Críticas de profundidad

Lo cierto, sin embargo, es que tras esta primera valoración, subrayada tanto por Rosell como por el responsable de la Comisión de Economía de la CEOE, José Luis Feito, ambos vertieron importantes críticas contra el proyecto del Gobierno. Censuraron el "excesivo" y "exagerado" ajuste de la inversión en infraestructuras (del 17,1%), la subida del 5% de la base máxima de cotización ("que va a encarecer la nómina de las empresas el 1%") y la desaparición de incentivos fiscales a la empresa, "que está poniendo en peligro su internacionalización, uno de los elementos más positivos de la economía española".

El documento de análisis elaborado por CEOE incluye más perlas contra el proyecto presupuestario. Interpreta que existen "dudas razonables" sobre la proyección de ingresos. También se juzga optimista la previsión de mejora de la inversión empresarial estimada por el Ejecutivo y "no se entiende bien" que el gasto en prestaciones por desempleo baje el 5,7% cuando la reducción prevista de la tasa de paro es mínima (del 26,4% del 2013 al 25,8% en el 2014).