Iberia anunció ayer que ha recolocado en vuelos alternativos a unos 60.000 pasajeros de los 70.000 afectados por la huelga convocada entre mañana y el 22 de febrero, es decir, al 85% del total. La compañía aérea reembolsará a los 10.000 viajeros restantes el dinero abonado para realizar sus reservas.

En un comunicado, Iberia recordó que desde el anuncio de la huelga ha puesto en marcha un plan de contingencia para mitigar el efecto de la huelga entre sus clientes. "Gracias a este plan, la compañía ha podido informar sobre los vuelos cancelados, las alternativas de vuelo ofrecidas y la opción de reembolso, tanto a los clientes que han comprado sus billetes en Iberia como a las miles de agencias de viajes con las que trabaja en todo el mundo", explicó la aerolínea.

Entre las medidas del plan de contingencia, Iberia ha habilitado un número de teléfono gratuito adicional para agilizar las consultas relativas a la huelga (900 100 480), al tiempo que ha alcanzado acuerdos con otras compañías aéreas para poder disponer de más alternativas para la recolocación de clientes. La compañía lamentó los "inconvenientes" que genera la huelga y agradeció a sus clientes su "paciencia y comprensión" ante este conflicto entre la dirección y los sindicatos.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, exhortó el viernes a los sindicatos y a la dirección de Iberia a que hicieran un "esfuerzo" durante el fin de semana para evitar la huelga. Pastor reconoció a los empleados su derecho a pedir una "garantía de futuro", y señaló que el Gobierno solo puede intervenir cuando se produzca una "grave alteración del transporte", como ha sucedido otras veces. La ministra explicó que el Gobierno no tiene "atribuciones" para inmiscuirse en la gestión de una empresa privada, pero aclaró que sí tiene la "obligación legal" de velar por la conectividad en España.