La destitución de Camps, el caso Bolinaga, el apoyo al Gobierno en la lucha contra ETA cuando estaba en la oposición- Mariano Rajoy evocó ayer todos estos episodios vividos como presidente del PP para argumentar que, esta vez, tampoco va a ceder a las presiones sobre si España debe pedir o evitar el rescate total de la economía. "Haré lo que convenga a los intereses generales de todos los españoles y lo explicaré", afirmó.

"Lo que un presidente de un Gobierno de España no puede hacer de ninguna de las maneras es actuar bajo presión. Y yo no lo voy a hacer. Creo que a lo largo de mi vida política he acreditado que no me gustan las presiones", aseguró Rajoy en la rueda de prensa después del Consejo Europeo cuando se le preguntó si había sido apremiado a solicitar la ayuda. "No ha habido presión, lo que ha habido son opiniones que publican unos y otros", añadió.

Presión a Merkel

El jefe del Ejecutivo, protagonista involuntario de la cumbre de dos días en Bruselas, volvió a ser objeto de atención por parte de todos los socios. El presidente francés, François Hollande, se reunió con la cancillera alemana, Angela Merkel, el jueves nada más llegar al edificio de la cumbre para analizar cómo se puede ayudar a España a financiarse mejor en los mercados. Lo explicó él mismo antes de ver a la dirigente germana, aunque el propio Rajoy negó en la madrugada del viernes que el rescate de España hubiera sido objeto de debate. "Nadie ha hablado de esto. No iba en el orden del día", subrayó. El Gobierno, según varias fuentes, sigue pendiente de conocer qué condiciones tendría esa nueva ayuda financiera, hasta qué punto está dispuesto a intervenir el BCE en el mercado para calmar la prima de riesgo y si todos los países socios estarían de acuerdo en dar luz verde al préstamo.

Hollande, con el que Rajoy se ha entendido mejor de lo que esperaba pese a no compartir familia política, declaró en rueda de prensa que si España finalmente pide la ayuda financiera "no hay ninguna razón para imponerle nuevas medidas de austeridad a las ya adoptadas, porque ya hace todos los esfuerzos necesarios". Un punto de vista que no comparten Alemania, Austria, Holanda y Finlandia, los apóstoles de esas políticas de restricción del gasto y los menos inclinados a volver a aprobar otro rescate a España.

"La decisión no está adoptada y lo que sí es importante señalar es que, si tengo que tomarla, la tomaré", aseguró el presidente español, que subrayó los beneficios que la creación del nuevo fondo de rescate está aportando ya a las finanzas españolas. "El hecho de que exista es muy bueno", celebró.

Y superada esta cumbre, la siguiente etapa en la que todos los focos se volverán a poner sobre España es el 12 de noviembre, cuando se celebrará una cumbre de los ministros de Economía y Finanzas de los países de la eurozona. En esas fechas ya se conocerá la estimación del cumplimiento del objetivo de déficit que habrá hecho, el 7 de noviembre, la Comisión Europea.