El saneamiento forzoso de los activos inmobiliarios que el Gobierno ha impuesto a la banca ha recibido el respaldo, en líneas generales, del Banco Central Europeo (BCE), que "celebra" que la reforma refuerce la "resistencia" del sector y "limite el ámbito de intervención pública". Pero la institución que preside Mario Draghi ha advertido de que "las fusiones llevadas a cabo solo entre entidades débiles podrían limitar los beneficios generales de la reforma".

De esta forma, el BCE reclama veladamente al titular de Economía, Luis de Guindos, que impida que se repitan los errores de estos años, en los que varias entidades surgidas de fusiones de cajas han resultado inviables y han sido nacionalizadas. Economía insiste desde que aprobó el texto en que solo permitirá uniones solventes y con futuro.

Incluso ha apuntado que no ve bien que entidades con ayudas se queden con bancos en propiedad del Estado, como estudia hacer Bankia con Unnim. También ha avisado a los bancos surgidos de fusiones de cajas que no podrán hacer saneamientos extraordinarios contra patrimonio. BFA, la matriz de Bankia, reiteró ayer a la CNMV que en los tres primeros trimestres del 2011 realizó este tipo de saneamientos de forma ordinaria y apuntó que tenía previsto hacer "ajustes adicionales" en el último trimestre.