Cristóbal Montoro, flamante ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, estrenó ayer su segunda etapa de comparecencias en el Congreso como miembro del Gobierno con un mensaje y una cifra. El primero, que España es el "epicentro de los problemas del euro". Y la segunda, que la encuesta de población activa (EPA) revelará hoy que el paro subió de 4,97 a unos 5,4 millones de desempleados en el último trimestre del año pasado.

También regaló una pulla al anterior Ejecutivo, similar a las que hasta hace algunas semanas lanzaba a los ministros socialistas que se sentaban en la silla que ayer le tocó ocupar. "Esa práctica tan normal de ocultar déficit no reconocido hay que desterrarla por ley. Nosotros nos lo hemos vuelto a encontrar al entrar en el Gobierno", recriminó.

El siguiente comentario resultó mucho más arduo de defender. "Seguimos siendo los que somos, creemos que bajando los impuestos se crece más", afirmó apenas semanas después de haber impulsado la subida del impuesto de la renta.

Anuncios y adelantos

Este alza "temporal", "moderada" y que "no debería afectar al crecimiento ni al consumo", se apresuró a asegurar ante los murmullos de la oposición, responde a la desviación en las cuentas públicas heredada de los socialistas y a la recesión. "Pero ahí acaban las subidas de impuestos", añadió de forma más contundente que Mariano Rajoy, que de momento ha dejado la puerta abierta a elevar tributos si es necesario para rebajar el déficit.

Tras los mensajes, las medidas. En materia fiscal, con algunas promesas pero poca concreción. Así, confirmó que en el primer trimestre el Gobierno aprobará una ley de apoyo a los emprendedores para que puedan dedicar la "mayor parte de su beneficio a crear empleo".

También adelantó que mejorará la tributación de los planes de pensiones y regulará para "aproximar" el pago del IVA por los autónmos al momento de cobro de la fatura (Rajoy había prometido que lo primero no será nunca antes que el segundo). Y en el capítulo de materias "a estudiar", mantener el tipo reducido a las empresas pequeñas que creen o mantengan empleo y mejorar el tratamiento fiscal para la reinversión empresarial.

Se mojó más en la ley de estabilidad presupuestaria que hoy estudiará el Consejo de Ministros. Las administraciones que incumplan el plan para corregir su desviación del objetivo de déficit tendrán que "constituir un depósito, que podrá convertirse en multa en caso de que los incumplimientos se reiteren". Además, Hacienda podrá enviar una delegación a las administraciones incumplidoras, como ocurre con los países rescatados.

Montoro también apuntó que la UE tendrá que rebajar las previsiones oficiales de crecimiento de los países, lo que se interpretó como un argumento a favor de que relaje los objetivos de déficit a los países socios, algo que Hacienda aclaró que no se ha pedido.