La crisis política en Portugal ha irrumpido en el Consejo Europeo de Bruselas y ha alterado el orden del día previsto. Según fuentes de la Moncloa, los dirigentes están abordando las consecuencias de la dimisión del primer ministro luso, José Sócrates, al no haber conseguido aprobar en el Parlamento su nuevo plan de austeridad.

Este asunto ha aplazado la presentación de las medidas del Pacto del Euro, impulsado por la cancillera alemana, Angela Merkel, que algunos países, entre ellos España, iban a exponer a sus socios este jueves. Fuentes gubernamentales españolas no han descartado que la presentación de estas reformas se pase a hoy viernes, puesto que en la cena, inicialmente, se debe abordar la guerra en Libia.

El rescate financiero de Portugal podría requerir unos 75.000 millones de euros, según ha estimado el presidente del Eurogrupo, el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en Bruselas. La cifra es inferior a los 110.000 millones que requirió el salvamento de Grecia en mayo del 2010 y algo superior a los 67.500 millones de ayuda exterior que se acordó para Irlanda en noviembre del 2010.

Plan de ajuste draconiano

Los diferentes Jefes de Estado y de Gobierno han insistido al llegar a la reunión que Portugal, pese al rechazo parlamentario, debe adoptar unas medidas de ajuste adicionales para acelerar la reducción del déficit público y recuperar la confianza de los mercados financieros. Los objetivos de reducción del déficit público al 4,6% del producto interior bruto (PIB) en el 2011, al 3% en el 2012 y al 2% en el 2013, deben respetarse, coincidieron los dirigentes europeos.

El primer ministro portugués cesante se ha opuesto hasta ahora con firmeza a pedir la ayuda financiera europea, porque eso implicaría la imposición al país de un plan de ajuste todavía más draconiano que las medidas propuestas por su Gobierno.

La economía sumergida

Juncker ha descartado que España pueda verse en una situación como la portuguesa, porque su situación "no es comparable", y ha lamentado que la oposición portuguesa no hubiera aceptado las medidas complementarias de ajuste, porque eran necesarias para el país.

En el Pacto del Euro, el Ejecutivo español incluye una docena de reformas, aunque todavía ningún miembro del Gabinete las ha concretado en público. Se sabe que la lista contiene la modificación del sistema de pensiones y la reforma laboral, que ya están aprobadas, y también otras que se están acabando de perfilar, como la liberalización de los servicios profesionales y la negociación colectiva.

Pero, además, Zapatero detallará como mínimo una nueva medida, que ya fue avanzada por el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, y que tiene como objetivo hacer aflorar la economía sumergida. Gómez no quiso dar pistas de cómo lo hará el Gobierno y reconoció que, con la legislación española, no es fácil "aplicar medidas de perdón o de amnistía".