El director general de Renault, Patrick Pelata, expresó ayer en París la voluntad de la empresa de dejar de fabricar en el futuro el modelo Clio en las fábricas de España y Eslovenia, aunque no en Francia, donde el Gobierno ha presionado para evitar que el ensamblaje del modelo sea deslocalizado a Turquía.

Matizada después por la empresa bajo el argumento de que "no es oficial", la intención de dejar de producir el Clio en Valladolid no afectará a la actividad de la planta. Justo un día antes, Pelata había garantizado la continuidad de las factorías de Valladolid y de Palencia hasta mediados del 2016 o el 2017. Tras reunirse con el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, Pelata se esforzó en tranquilizar a las autoridades españolas ante el temor de que la futura fábrica de Tánger absorba parte de la producción.