Los dos principales bancos del país se convirtieron ayer en el mayor lastre del Ibex 35 por las dudas que han generado las agencias de calificación sobre la economía española. El Santander cedió el 0,83%, el peor valor de la sesión, y el BBVA, el 0,73%. Acumulan en la semana descensos superiores al 6%. El sector financiero ha sido el que más ha sufrido este revés, que ha coincidido en el tiempo con la retirada de las subastas de liquidez del Banco Central Europeo. El Popular se dejó más del 8% y Banesto, por encima del 5%.

La debilidad de las economías se ha trasladado esta semana a los mercados. Primero con el toque de atención de Moody´s al Reino Unido y Estados Unidos sobre el nivel de endeudamiento, luego con la rebaja de calificación de Fitch de la deuda de Grecia casi a bono basura y para rematar Standard & Poor´s lanzó el miércoles una seria advertencia a España de recortar su rating AA+. Las bolsas lo encajaron y el reparto de notas se convirtió en motivo de las caídas de los mercados. El parquet español fue el que peor parado resultó, con una caída del 3,46%, algo que no ocurría desde la segunda semana del pasado mes de julio, cuando perdió el 3,74%. Las pérdidas en el resto de bolsas europeas se mantuvieron en torno a un punto porcentual. Así, Fráncfort ganaba el 0,83%; el índice Euro Stoxx 50 ganaba un 0,39%; Londres repuntaba el 0,33%, y París, el 0,14%.

Por lo menos, las noticias procedentes de Estados Unidos sirvieron para salvar un día de poco volumen y mucha volatilidad. La reducción del déficit comercial en noviembre, cuando los analistas esperaban un aumento, sirvió para que Wall Street cerrara la víspera en positivo y condicionara la apertura de las bolsas europeas. La buena evolución de la jornada se debió a que las ventas minoristas del mes de noviembre superaron las expectativas y el índice de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan, que llegó a los 73,4 puntos, refrendó las buenas sensaciones.