Semifinales

¡España, a la final del Mundial!

La 'Roja' venció a Suecia por 2-1 con goles de Salma Paralluelo y Olga Carmona

Suecia logró empatar en los minutos finales pero, esta vez, España sacó todo su orgullo para darle la vuelta

Salma Paralluelo gol contra Suecia

Salma Paralluelo gol contra Suecia / RFEF

Maria Tikas (Enviada especial - Nueva Zelanda)

Historia. España estará en la final del Mundial. Se sudó mucho pero se logró. La 'Roja' se llevó un duelo muy disputado contra Suecia, en el que la magia de Salma Paralluelo y la épica de Olga Carmona se impusieron a la estrategia escandinava. Quién lo hubiese dicho hace unos meses... Próxima parada: Sydney, Australia.

Volvía Alexia Putellas al once inicial, después de dos suplencias seguidas, y la sacrificada era Esther González, cuyo lugar ocupaba Jenni Hermoso, de nuevo en punta. Olga Carmona sustituía a la sancionada Oihane Hernández y Ona Batlle volvía al lateral derecho. En Suecia, misma alineación que contra Japón.

Todas las cartas sobre la mesa por parte de ambos combinados. Ya prometía, la semifinal, convertirse en un choque de estilos. Buscaba España la construcción desde atrás, las asociaciones y las combinaciones en largo para generar espacios. Suecia, con una presión asfixiante, tiraba de Rolfö y Blackstenius, las más rápidas de la clase. 

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Toma y daca

Ninguna de las dos selecciones consigue liderar la batuta del encuentro. Era un toma y daca. Y ambas tuvieron ocasiones para abrir el marcador. La primera clara fue para España, tras un centro de Olga Carmona -que fue una de las mejores-, pero nadie logró rematar un balón muerto en el área que dejó Alba Redondo entre rechazos altos. 

La tuvo también Jenni Hermoso, que acusó su cambio de posición y parecía desaprovechada, tras un centro bombeado al área de Aitana, que dejó sentada a Rubensson. Olga se atrevió con un par de disparos lejanos que se marcharon rozando la madera, Aitana se quedó con la miel en los labios y Musovic puso la mano para sacar un centro envenenado de Alexia, un poco falta de ritmo pero acertada en los pases al espacio y los cambios de orientación, después de deshacerse de Angeldal con un caño.

Rolfö, un puñal

Todo el peligro de Suecia pasó por Rolfö, que supo disimular bien sus molestias en la rodilla que arrastra desde las semifinales de la Champions contra el Chelsea. Cuando la de Kungsbacka ponía la sexta, llegaba con facilidad al área. Estuvieron providenciales Irene Paredes y Codina, y Ona Batlle en la ayuda. Cata Coll, muy sólida y segura también con los pies, mandó a córner con un paradón un disparo de la azulgrana desde el interior del área a centro de Björn.

Cada saque de esquina era una guerra, consciente la selección española que el balón parado era la gran arma de las suecas, que habían anotado así, hasta entonces, ocho de los once goles del torneo. Defendían todas. Marcaje de Paredes a Illested. Y Aitana sacó un balón peligroso al filo del descanso. 

Salma volvió a ser la heroína

Movió piezas Vilda minutos después de la reanudación. Salma Paralluelo por Alexia y Jenni volvía al interior zurdo. La electricidad de la benjamina de España, que se puso de punta, contagió al equipo. Más ritmo, más aproximaciones peligrosas. Se deshacía la aragonesa de todas sus marcas, llegaba hasta la línea de fondo pero no lograba conectar con sus compañeras.

De sus botas nació la ocasión más clara del partido, después de otra parada providencial de Cata a Rolfö. Salvó Salma un balón desde la línea de fondo y Alba Redondo, desde el suelo, remató al lateral de la red. Fue tan evidente que el Eden Park se levantó para cantar el gol.

Un tanto que sí acabó llegando. Y, como no, fue obra de Salma. Centro de Jenni desde la izquierda, despejó la defensa sueca y el balón le cayó a la zaragozana, que no perdonó desde el interior del área.

Locura final

Poco duró la euforia. Como pasó contra Países Bajos, Suecia empató pocos minutos después, obra de Blomqvist tras un centro lateral de Rolfö. Lejos de venirse abajo, España sacó todo su orgullo y fue a por más.

Salió a la perfección, en la siguiente acción. Olga Carmona lo recordará siempre. Tere Abelleira sirvió en corto hacia la lateral, que, con un remate potente y tras impactar en el larguero, anotó el tanto de la victoria. Un gol que vale una final histórica.