Que en Córdoba hay una nutrida colonia de aficionados del Real Madrid no es ningún secreto. Como tampoco lo es que su lugar de celebración habitual es la plaza de Las Tendillas, el espacio sagrado del Córdoba CF -aparece en su himno, poco más hay que decir- para celebrar sus alegrías. Esta vez solo quedó el color blanco. La conquista de la décimo cuarta Copa de Europa por parte del conjunto de Ancelotti en el Stade de France desató la euforia en los seguidores cordobeses del conjunto de la capital de España, que ofreció una ración más -la última y decisiva- de emoción hasta el último instante con un fútbol aguerrido y práctico, todo corazón y entrega. Con ese estilo doblegaron por 1-0 al Liverpool de Jürgen Klopp en París, el hogar de Kilyan Mbappé, del que muchos seguidores se acordaron anoche a la hora de las celebraciones, Porque el éxito, como todo el mundo sabe, tiene mucho de revancha y de mensaje. El madridismo encontró el espacio para sentirse feliz en un año espléndido, en el que levantaron el título de campeones de Liga y el de número uno de Europa dejando en el camino al PSG de Messi, a un Chelsea que defendía su trono, al Manchester City de Guardiola y, finalmente, al flamante Liverpool de Klopp. Ninguno pudo con el equipo blanco, que se tomó vendetta de aquella final de 1981 en la que fueron derrotados por los reds en el mismo lugar.

Aficionados del Real Madrid en Las Tendillas. Óscar Barrionuevo

Los cánticos de los madridistas fueron los habituales. Aclamaron a sus héroes -un gigantesco Courtois, un atinado Vinicius, un imperial Benzema...- y compartieron felicidad en la calurosa noche cordobesa, rodeando una fuente que ya fue vallada por la mañana por los operarios del ayuntamiento en previsión de lo que podía suceder. Cuando el Real Madrid juega una final suele ser para ganarla. De una u otra manera, el desenlace no cambia. No fue la primera vez ni seguramente será la última que los madridistas cordobeses acudan a Las Tendillas, un lugar emblemático del cordobesismo que tamb ién acoge las fiestas de los que profesan la fe blanca.

La fiesta blanca, también en la provincia

Aficionados egabrenses del Real Madrid celebran la décimo cuarta Copa de Europa. JOSÉ MORENO

No solo en la capital cordobesa se vivió con algarabía y felicidad inmensa la décimo cuarta Copa de Europa del Real Madrid. Fueron muchas las plazas centrales de los pueblos que se vistieron de blanco, como lo atestigua el caso de Cabra. En la imagen se puede apreciar a cientos de madridistas egabrenses celebrando la victoria en la final de la Liga de Campeones ante el Liverpool.