Esta madrugada, a las 23.59 h, se cierra el mercado invernal de fichajes. Un mercado que ha vivido el Barça con más tensión que de costumbre, convulsionado como ha quedado por el ‘caso Dembélé’, que ha condicionado los movimientos del club azulgrana. Y hasta el último suspiro aguarda Xavi la llegada del delantero centro que le proporcione goles y certifique una amenaza ofensiva seria a un equipo que se ha reforzado con tres fichajes (AlvesFerran Torres Adama Traoré). Nadie en la Liga española se ha gastado tanto como el Barça este invierno (55 millones de euros más 11 en variables por el exdelantero del City).

Pero esa elevada inversión no ha logrado, sin embargo, complacer al técnico, necesitado de un goleador (alejada la opción de Morata solo queda la alternativa de Aubameyang, el delantero que está peleado con el Arsenal) y de un lateral zurdo para dar cohesión a su precaria plantilla. De los siete primeros clasificados en la Liga nadie ha gastado tanto como el Barcelona en este complejo mes de enero que se cierra hoy.

De Coutinho a Ferran

 El Madrid manda y gobierna el campeonato, que no ha desembolsado ni un euro porque no ha hecho movimiento alguno. El Sevilla, que va segundo, se ha hecho con la cesión de Martial (United) y ha fichado al mexicano Tecatito Corona (Oporto), por tres millones de euros. El Betis, que es tercero, ni se ha movido.

El Atlético, que ocupa la frontera de la Champions al ser cuarto, se deshizo de Trippier(15 millones le pagó el Newcastle) y ha fichado por 2,7 a Wass, procedente del Valencia. La Real Sociedad, que figura justo detrás del Barça -quinto, reclutó la cesión de Rafinha, ahora Rafael (PSG). Y el Villarreal, séptimo, se hizo con Aurier. 

Nada, por lo tanto, comparable a la segunda inversión más alta del  Barcelona en un invierno. Hace cuatro años, el club invirtió 120 millones más 40 en variables por Coutinho (ahora cedido al Aston Villa) y ahora Ferran Torres le ha costado 55, el más caro del 2022.

Mientras Mateu Alemany, especialista en operaciones de ultimísima hora (Griezmann se fue al Atlético y vino Luuk de Jong en el último suspiro del mercado veraniego), trabaja desesperadamente para darle a Xavi lo que más necesita. Un goleador que atenúe la tremenda baja de Ansu Fati.