Cordobesismo impregnado en cada palabra. Manu Leal, el que fuera hasta hace unas semanas el capitán del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, se despidió a través de una carta publicada en sus redes sociales. El cordobés indicó que le hubiera gustado que este día “nunca llegara”, ya que su sueño, como declaró en una entrevista concedida a este medio, siempre fue “retirarme con los colores de mi tierra, colores que tanto amo y amaré y que he expresado durante toda mi carrera”. Además, subrayó nuevamente que “sería injusto decir que no me lo he ganado en la pista”.

“Quedan pocos cordobeses pero muy buenos de corazón”

El mayor de los hermanos Leal quiso, en primer lugar, agradecer a la afición blanquiverde el haber estado “en todo momento con nosotros, conmigo”. Consideró que “cada día que pasa demostráis ser de las mejores de España y estoy seguro que volveremos a disfrutar de nuestro sentimiento cordobesista en la categoría que merece la ciudad”. Quiso focalizar su discurso en “los Brigadas Blanquiverdes y en los grupos y peñas que tan bien me han tratado durante todos estos años en los que el fútbol sala nos ha dado tanto”.

A continuación ensalzó a todos sus “compañeros, miembros del cuerpo técnico, directivos y patrocinadores” que dedicaron “su esfuerzo, tiempo y dinero en este club, en este sueño común”. Como no podía ser de otra forma, tuvo un emotivo recuerdo hacia su familia, a David y a sus padres que “siempre estuvieron al pie del cañón disfrutando y sufriendo como uno más”. Sus amigos, Manuel Torrejimeno -presidente del Imdeco- y José Arteaga, además de sus dos clubs -el CD Alminar Esclavas y el Colegio Salesianos- también figuraron en el texto.

Orgulloso de haber sido el capitán

Manu quiso expresar “el orgullo que se siente al haber portado el brazalete de capitán dentro de este magnífico grupo humano”. Añadió que “salir al campo sonando tu himno es un sentimiento difícil de explicar y cada aplauso que me brindáisteis cuando saltaba a la pista es el mayor reconocimiento que me llevo”. Ahora serán Jesús Rodríguez y Cristian Ramos -este último todavía no ha sido anunciado oficialmente como renovado- los que lo hagan. “Se queda en las mejores manos, confío en que disfrutéis del honor que significa ser capitanes del equipo de vuestra ciudad y, aunque quedan pocos cordobeses en la plantilla, son muy buenos de corazón”, reseñó. Asimismo pidió “no perder nuestra seña de identidad que nos ha llevado a lo que somos”.

En los próximos días anunciará cuál será su destino. La ideal inicial pasa por formar parte de un vestuario de Primera División o de un Segunda con aspiraciones a ascender de categoría. Mientras tanto, el aroma a gloria dejado en Vista Alegre perdurará por siempre en su brazalete.