Adiós a la Segunda División A. El Córdoba CF confirmó lo que ya se barruntaba entre diciembre y enero -quizás antes-, justo en su mejor época, aquella en la que sumó 10 de 12 y aún así le hacía falta repetir hasta en tres ciclos esa misma racha si quería asentarse en la parte noble de la tabla. No lo hizo. Y la vida se le iba yendo a borbotones. A pesar de ello, fruto de la igualdad -eufemismo empleado para señalar mediocridad- del grupo, los blanquiverdes se mantenían con vida. De hecho, desde el minuto 36 hasta pasado el 80 establan clasificados para la pelea por el fútbol profesional.

A este Córdoba CF de vigas nuevas y cimientos antiguos le ha explotado la realidad en la cara: de nada vale un grifo de diseño, una ventana eficiente energéticamente o una puerta de roble macizo si la media docena de vigas maestras están carcomidas por la aluminosis. Para un acto de presentación, a la vista de los demás, la vivienda da para una foto espectacular. Cuando se trata de vivir en el día a día, domingo tras domingo, la cosa ya chirría, nunca mejor dicho.

Y esa realidad pasa por la Primera RFEF. El fracaso de no poder pelear siquiera por la Segunda División A no debe ocultar que a este equipo aún le queda pelea. Y, ojo, esa lucha no es baladí, por mucho que no pocos la desprecien. Dentro de unos meses -ojalá- comprobaremos que en esa misma Primera RFEF estarán este mismo Córdoba CF y alguno de esos líderes que se han ido rondando la cuarentena de puntos o la han sobrepasado, incapaces de dar el último salto al fútbol de plata. Uno y otro camino llevan al mismo destino.

Y en ese grupo nuevo de seis equipos que se formará estarán, por orden de puntuación, el Sevilla Atlético, con 30 puntos;_la Balompédica Linense, con 28; el Córdoba CF, con 27; el Tamaraceite de López Silva, también con 27 puntos; el Real Murcia, con 25 puntos y, finalmente, el Cádiz B, con 23. Solo los dos primeros lograrán plaza en esa Primera RFEF, por lo que los blanquiverdes comienzan esa fase en déficit, ya que están a un punto del segundo clasificado y tres (en realidad cuatro, por el golaverage perdido) con el Sevilla Atlético.

Como ya se ha enfrentado en la primera fase con el filial sevillista y con el Real Murcia, el Córdoba CF_deberá medirse a los tres equipos del otro grupo (Balona, Tamaraceite y Cádiz B) tanto en El Arcángel como en sus respectivos campos. Esta segunda fase comenzará dentro de dos domingos, ya que el próximo aún está reservado para finalizar la competición en los grupos con 11 equipos o grupos que tengan algún encuentro pendiente de disputar. Por lo tanto, el esfuerzo final del Córdoba CF empezará dentro de dos semanas.

Un lunes de reflexión

No está claro si habrá sorteo, aunque si se toma como referencia lo realizado por la RFEF con el fútbol femenino, en el que tomaron como referencia las posiciones de unos y otros en esta primera fase, los blanquiverdes la comenzarían visitando al Tamaraceite, recibirían posteriormente en El Arcángel a la Balona y luego viajarían a la Ciudad Deportiva de El Rosal para enfrentarse al filial cadista. Aunque, en todo caso, habrá que esperar a la confirmación por parte del organismo federativo. Sea como fuere, la Liga acabará para el Córdoba CF_el fin de semana del 8 y 9 de mayo, por lo que tendrá, como mínimo, tres meses y medio para preparar la temporada 21-22.

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Mientras tanto, la tarde-noche del domingo dio para no poco. En el seno de la entidad blanquiverde evitaron reuniones y/o decisiones en caliente, a pocas horas del doble disgusto: derrota en el tiempo añadido con gol del portero rival incluido y adiós definitivo a la posibilidad de militar en el fútbol profesional la próxima temporada. Se lo planteaban más como un análisis, lo más frío posible, a las 24 horas de terminar el encuentro, aunque todo indica que Pablo Alfaro continuará siendo el técnico blanquiverde hasta final de la actual temporada. Un Pablo Alfaro que es consciente del descontento en el club, pero también entre alguno de sus jugadores, generalmente entre los de más peso. No en el campo, pero sí en el vestuario. Y eso no es nada fácil de gestionar si el propio club no es el primero en tener claro que en el barco están todos.

Sería bueno intentar al menos, por responsabilidad, que el mes y medio que resta se enfoque todo en el nuevo objetivo, porque de él depende mucho el futuro de la entidad. Igual es conveniente recordar, a todos, que la Liga no ha acabado y que es más importante la Primera RFEF para el Córdoba_que cualquier deseo individual que, además, solo pasaría por mes y medio de competición. Demasiado poco para unos y demasiada responsabilidad para el propio Córdoba CF.